(Aeronoticias).- En noviembre China amplió unilateralmente su zona de identificación de defensa aérea, desatando una serie de reacciones rotundas, en primer lugar de Japón y EE.UU. Pero, ¿por qué Washington se ve involucrado en el caso?
«Apoyar la reclamación de Japón de las islas en disputa está en el marco de la política de EE.UU. de contención de China», opina el analista político Yaroslav Viatkin, según recoge el diario ruso ‘Vzgliad’. «La decisión de Pekín es un paso desestabilizador e innecesariamente inflamatorio» y «son acciones provocadoras que aumentan el riesgo de malentendidos y de enfrentamientos» fueron solo algunas de las frases con las que Washington comentó la iniciativa china, negándose a obedecer la nueva normativa.
«El Ejército chino es el más numeroso del mundo: después de todos los recortes cuenta con 1,7 millones de personas. Además, el país sigue aumentando el poderío de su Marina. Las potencias marítimas de la zona, entre Japón, Taiwán, Corea del Sur, Filipinas y Australia, se dan cuenta de que el viento chino está soplando en su dirección», explica Viatkin. A esto se suma el hecho de que la aviación china es mucho mayor que la de Japón, por ejemplo: a pesar de que solo un 35% de sus aviones son modernos, su número total supera la cantidad de cazas de Tokio, destaca el analista. Según Viatkin, el establecimiento de la zona de identificación de defensa aérea por China es una forma más de presión sicológica contra sus ‘rivales’ territoriales.
La zona declarada por Pekín en el mar de la China Oriental —una parte del océano Pacífico rodeada por China, Japón, Corea del Sur y Taiwán— existe formalmente desde el pasado 23 de noviembre. Se trata de un área de unos 300 por 600 kilómetros que incluye las islas Diaoyu (Senkaku en japonés), un territorio en disputa entre China, Japón y Taiwán, y también el islote sumergido Roca Socotra (denominado ‘Parangdo’ por Corea del Sur y ‘Suyan’ por China), donde Seúl tiene una estación meteorológica.
Pekín decretó que los aviones extranjeros que pasen por su zona de identificación de defensa aérea deben proporcionar un plan de vuelo detallado, indicar su nacionalidad y mantener comunicación por radio con las autoridades de aviación de China a lo largo de todo su itinerario. EE.UU., Japón y Corea del Sur se opusieron frontalmente a la medida y declararon que no van a seguirla: sus aviones de guerra realizaron vuelos ‘demostrativos’ en la zona, sin ponerse en contacto con las autoridades chinas.
Tokio presentó una solicitud a la ONU para que esta examine si la decisión de Pekín podría constituir una amenaza a la seguridad y el orden de la aviación civil internacional en el área. Seúl amplió unilateralmente su propia zona de identificación de defensa aérea, que ahora incluye una serie de áreas remotas al sur de la península, incluido el islote en disputa Roca Socotra, y anunció que intensificará significativamente sus operaciones de patrulla en estos territorios. En ese momento EE.UU. definió el establecimiento de la zona de decisión «legítima» y «razonable». Además, su Marina, junto con la del Reino Unido y Corea del Sur, realizó ejercicios militares en el mar al sur de la península coreana, cerca de China.
Fuente: actualidad.rt
Foto: actualidad.rt