(Aeronoticias).- José Luis Silva, ministro de Comercio Exterior y Turismo, denunció la existencia de ONG que buscan desestabilizar empresas exportadores para que pierdan competitividad través de acusaciones de prácticas antilaborales.
Antes de reírnos, tomemos aire… Contemos uno, dos, tres…
No es una práctica antilaboral cuando trabajas gracias a la intermediación de una empresa que es el enlace para la empresa que uno labora. Claro que no. Y el intermediario drena bonificaciones. El gobierno se ha rascado la panza luego de que Humala candidato prometiera la extinción de los Services. Humala presidente, el zombie, el resurrecto cadáver que fue Humala-candidato, les ha dado un lapso para que se vayan. Nubarrones de que pedirán prórroga para seguir con el sistema de Services.
No es práctica antilaboral cuando existan nombrados y contratados. Que los últimos sean masa y los nombrados un soberano privilegio. Que seas visto gasto y no una persona. Que te vean como nicho de consumo y no como un ser. No, eso no es práctica antilaboral.
O quizá el ministro piense que eso no sucede aquí. Que será en periferias democráticas, que en los salones cercanos a la burocracia eso es un mito -hay ceguera, eso sí, cuando ves al trabajador limpiar el suelo, que está en el Service-. Que a fin de cuentas, es el País de Alicia.
Es cierto que existen ONG que desestabilizan. Pero un recurso como el trabajo te hace ganar más enemigos que amigos. Muchas empresas que desean ahorrar -una maldita manía humana- y sólo ven objetos a las personas, están listas para apoyar. Están en las antípodas.
El boicot existe, y eso que no quede duda. Pero si el ministro ve fantasmas de sabotaje en cada protesta, porque cree que la gente prefiere gritar antes que agarrar la pala, porque cree que no quiere pensar y sólo seguir, o porque cree que gusta de recibir balas y palos, que quede claro que es miopía ministerial.
¿No era Humala el abanderado de los peruanos? ¿O es acaso el abanderado de ciertos peruanos? Fe que de verdad cree trabajar para todos, aunque se vea que «todos» están a su alrededor. Fuera del país y de la realidad.
