(Aeronoticias).- La Academia Nacional de Ciencias de Norteamérica hizo público un estudio afirmando la importancia del magnesio como elemento esencial para frenar el envejecimiento de las células humanas y como protector de las enfermedades relacionadas con la edad, ayudando a mantener músculos y huesos fuertes y como cardioprotector.
Este importante estudio avalado por una de las más prestigiosas Academias en el mundo y publicado en estos días en todos los medios de comunicación y no hace sino confirmar lo por muchos años hemos sostenido y promovido incansablemente: el Magnesio es la clave de la salud y el rejuvenecimiento.
Hay un interés grande y rápidamente en crecimiento de literatura sobre la importancia del magnesio en los procesos bioquímicos y fisiológicos. También hay muchas pruebas de que la deficiencia de magnesio está relacionada con las anormalidades funcionales y estructurales de membranas, células, órganos, y sistemas. Entre las condiciones que incrementan el riesgo de la deficiencia de magnesio están: los factores metabólicos que afectan la absorción, la distribución, y la excreción de este mineral; la enfermedad y la terapia que se asignan ya que muchos fármacos precipitan la deficiencia de magnesio y los desequilibrios nutritivos.
La nutrición es factor reiterativo. Los excesos de grasas, fosfatos, azúcar refinada, y calcio obstruyen la absorción o incrementan la excreción de magnesio y contribuyen a la respectiva deficiencia duradera de este importante mineral.
El magnesio es necesario para los casos de diabetes ya que su deficiencia puede ser un pronosticador independiente de la misma.
Las personas con diabetes necesitan más magnesio y, a la vez, pierden más magnesio que la mayoría de la gente. Finalmente el magnesio es necesario para la producción, función, y transporte de la insulina.
OBESIDAD: ALARMA MUNDIAL
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que más de 22 millones de niños menores de cinco años de edad obesos o con sobrepeso (17 millones de ellos en países en desarrollo) corren el riesgo de contraer diabetes tipo 2, denominada antiguamente «diabetes del adulto”. No obstante que los objetivos mundiales de salud para el año 2010 es reducir la obesidad en adultos y niños a menos del 15%, las estadísticas indican que la situación en lugar de mejorar viene empeorando.
Mientras los países desarrollados comienzan a tomar decisiones para implantar nuevos modelos de prevención contra “La epidemia del sedentarismo: un reto a la promoción de Salud”. La Organización Mundial de la Salud informa que la epidemia cardiovascular en los países desarrollados esta pasando y que en los países de economías pobres esta empezando y se pronostica que tendrá un mayor impacto social y consecuencias que muy difícilmente se podrá enfrentar si no se inicia desde ya un proceso de control de esta epidemia. Datos obtenidos en Brasil, Chile y Perú, reportan que la obesidad y el nivel socio-económico han afectado ya a los más pobres. Podemos decir, paradójicamente que los más pobres, tienen una mayor tendencia a la obesidad.
TOFU: LA MEJOR PROTEINA
Tofu es una palabra japonesa. Su apariencia es similar al queso aunque más blanco.
Seguramente le asombrará saber que se conoce desde hace más de 2 mil años y la hipótesis mejor aceptada es que su origen tuvo lugar en la antigua China como resultado de un verdadero accidente culinario.
Iona Purtí Prat en El libro del Tofu, señala que en el año 164 a.C. un príncipe chino observó a sus soldados hervir agua de mar con porotos de soja, uno de los Cinco Granos Sagrados, al igual que el arroz, el trigo, la cebada y el mijo.
Al observar que se formaban grumos porque el agua de mar y la cocción habían hecho cuajar la proteína de la soja, pensó entonces encontrar la forma adecuada para colar el resultado de la preparación y prensarlo.
Esto, fue aceptado como una verdadera bendición por los monjes budistas que en sus monasterios perfeccionaron el proceso de elaboración de ese alimento. Los mismos monjes budistas lo llevaron a Japón, pero recién en el siglo VII, el término tofu aparece en el primer libro japonés sobre la materia, el Tofu Hyaku , redactado en 1782.
En Europa, en América y en el mismo Japón se denomina tofu. En China se lo llama doufu y los indonesios dicen tahu.
Como dato interesante y curioso, existen en Japón expertos degustadores que determinan la calidad y la delicadeza del tofu así como entre nosotros los catadores de vinos.
EL PELIGRO DE LOS METALES PESADOS
Un tomate cultivado cerca de una autopista de mucho tráfico puede incorporar plomo. Si además, el agua de riego que se emplea proviene de un río que cruza una antigua zona minera o a la que se vierten residuos de una fundición, y si además el suelo agrícola ya era de por sí muy rico en cobre y fue tratado tiempo atrás con plaguicidas mercuriales, ya tenemos algunos metales más incorporados.
Si de aquel tomate se hace una salsa y se envasa en una lata, también van a aparecer estaño e igual algo de hierro. Y si finalmente el consumidor abre la lata e hierve el contenido en una cazuela de aluminio, es muy probable que algo de este metal ligero va a disolverse en la salsa, favorecida por la propia acidez del tomate y por el calor del fuego.
Los metales no son malos por definición, pues muchos resultan esenciales en nuestra dieta. Más aún, en algunos casos su deficiencia puede comportar tantos problemas de salud como su exceso. Otros, en cambio, no cumplen función fisiológica conocida, y es mejor evitarlos siempre: es el caso de mercurio, plomo o cadmio y, en general, de varios metales pesados.
