La primera vuelta, que se celebrará a puertas cerradas, tendrá lugar en la sede de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en París a las 18H30 locales (16H30 GMT), indicaron fuentes de esa entidad creada en 1945. Aunque en el seno de la UNESCO dan por hecho que el sucesor del japonés Koichiru Matssura, que dejará el cargo en diciembre, será el candidato egipcio, dudan que su elección salga en la primera vuelta y sea necesaria una segunda, el viernes. Hosni, que necesita más de 30 votos para imponerse, cuenta con el apoyo de la Liga Arabe, la Unión Africana (UA) y la Organización de la Conferencia Islámica (OCI).
Este proceso concluirá cuando la 35ª Conferencia General de la UNESCO, que se celebrará del 6 al 23 de octubre próximos, se pronuncie, también por voto secreto, por el candidato que surgido de la votación en el consejo ejecutivo. El martes, los aspirantes a la dirección general defendieron a puertas cerradas sus respectivas candidaturas. Allí estaba la candidata del Ecuador, ex embajadora de Quito en Estados Unidos y ex presidenta del Parlamento Andino.
Ivonne Juez de Baki reivindica el apoyo de «muchos países de diferentes regiones, incluido Estados Unidos». Según una regla no escrita sobre la alternancia regional al frente de esta organización, el próximo director general debería ser o de origen árabe o de América Latina, que solamente una vez estuvo al frente de la UNESCO y fue entre 1948 y 1952 con el mexicano Jaime Torres Bodet.
El español Federico Mayor Zaragoza dirigió la UNESCO entre 1987 y 1999. De momento, Latinoamérica no parece tener demasiada suerte a la hora de elegir a los altos cargos de la UNESCO. El lunes, el sociólogo argentino Daniel Filmus, ex ministro de Educación y actual senador de la Ciudad de Buenos Aires, fue derrotado por escaso margen frente al candidato de Bahamas, Davidson L. Hepburn, que será presidente de la conferencia general de la UNESCO, según fuentes cercanas a ambos aspirantes.
Esta primera vuelta se producirá casi dos semanas después de la intensa polémica que levantaron las acusaciones de antisemitismo contra Hosni, que en el Parlamento egipcio en 2008 afirmó que «quemaría yo mismo» los libros en hebreo que encuentre en las bibliotecas de su país.
Aeronoticias subraya que, organizaciones judías e intelectuales acusaron a Hosni de haber efectuado numerosas declaraciones «nauseabundas» hacia los judíos. El miércoles, en una entrevista con un canal de televisión francés, France 24, Hosni volvió a negar ser antisemita. «La prueba (es) que, hace varios meses, asistí a la ceremonia (en memoria) del Holocausto y ofrecí un discurso», indicó el ministro egipcio.