La falta de empatía hace que niños y adultos hagan bullying con otros

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(Aeronoticias).-  El bullying se origina por el poco desarrollo de los diferentes tipos de empatía, es decir, la capacidad de una persona de entender y responder a la experiencia emocional de un tercero, algo que debe enseñarse en los primeros años de vida, informaron hoy expertos en el tema.

 

Fue durante una reunión previa al Tercer Congreso Mundial de Neuroeducación, que se realizará en Lima y cuya organización está a cargo de Cerebrum (Centro Iberoamericano de Neurociencias, Educación y Desarrollo Humano) y la Asociación Educativa para el Desarrollo Humano.

 

Ezequiel Gleichgerrcht, investigador en neurociencia cognitiva, señaló en diálogo con la agencia Andina que la empatía es un concepto tan complejo que se divide en dos categorías: motora y emocional.

«La motora es automática y allí entran en funcionamiento las neuronas espejo, que se basa en reflejar físicamente la emoción de otra persona y en la que no hay realmente una emoción. Esta se da desde que nacemos, por ejemplo, al ver en que un salón lleno de bebés, todos empiezan a llorar apenas uno lo haga».

Pero también existe la empatía emocional, la cual se presenta en niveles bastante bajos en los niños que practican el bullying hacia sus compañeros.

«Esta empatía responde a una red de dolor que nos permite sentir el dolor si nos golpean y que también se activa cuando vemos el dolor ajeno. El problema de los niños que abusan de los demás es que no entienden el sufrimiento del otro, hacen daño sin ser conscientes de suplicio que causan».

Agregó que estas conductas son consideradas psicopáticas, pero aclaró que «demostrar conductas de este tipo no hace que los niños sean propiamente psicópatas».

«Siempre pongo como ejemplo el hecho de que tener actitudes obsesivas no nos vuelve obsesivos compulsivos. No confundamos al público haciendo creer que estos niños son psicópatas porque, de esta forma, solo estaríamos estigmatizando a un individuo que puede ser también víctima de violencia familiar o social».

Entrenar a los niños

Por otro lado, Gleichgerrcht manifestó que es necesario entrenar a los niños en habilidades afectivas y sociales para prevenir el poco desarrollo de la empatía, no solo en ellos sino en adolescentes.

Sugirió, por ejemplo, practicar en la clase los denominados «juego de roles», para que los alumnos puedan ponerse en situaciones diferentes a las habituales e interpretar sentimientos y respuestas a la que son ajenos normalmente.

Añadió que en este último esquema pueden aplicarse actividades de ayuda comunitaria, luego de lo cual «pueden interpretar los sentimientos y sensaciones de las personas a las que ayudan, motivando la empatía de una manera más vivencial».

Otra recomendación es motivar la lectura en los jóvenes, lo que les permitirá entender y ponerse en lugar de personajes de ficción. «Este es un paso importante para que después puedan replicarlo con las personas que tienen alrededor».

El tercer congreso mundial de neuroeducación, en el que Gleichgerrcht participará, tendrá lugar en Lima del 24 al 26 de julio. Su objetivo es sensibilizar a los educadores la importancia de la mente y el cerebro en la educación.

 

Fuente: Andina

Foto: Andina


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