(Aeronoticias).- «Yo conocí este glaciar cuando tenia 14 años y era una cosa impresionante, un lugar que se visitaba para subirse al hielo y hacer actividades deportivas».
El ingeniero Ricardo Jesús Gómez López es jefe del Parque Nacional Huascarán en el centro de Perú, donde se encuentra el glaciar Pastoruri. En la década del 90 era un oasis invernal que atraía a unos 100.000 turistas cada año. Pero el calentamiento global ha golpeado duramente al Pastoruri y en dos décadas el glaciar se ha encogido a cerca de la mitad.
«Está bastante expuesto y el retroceso en ese tipo de glaciares no protegidos por montañas es mucho más acelerado», explicó Gómez López a BBC Mundo.
«En 2007 se fragmentó en dos partes y el año pasado otra parte de la zona sur del glaciar se dividió, ahora es un glaciar partido en tres».
A pesar de los cambios, las autoridades del parque creen que el público debe seguir llegando hasta el glaciar, aunque por motivos muy diferentes.
El Pastoruri será el centro de una nueva «Ruta del cambio climático», que promete ofrecer a los visitantes otra experiencia única: ver de cerca el impacto irreversible del calentamiento global y ser testigo del glaciar antes de su desaparición, lo que podría ocurrir en poco más de una década.
La agonía del Pastoruri no sólo representa una pérdida para la población local dependiente del turismo. Los glaciares son reservorios que alimentan ríos cuenca abajo.
«Si no tomamos conciencia ahora lo que me preocupa es que las generaciones futuras no solamente no van a tener oportunidad de ver un nevado que ha sido ícono en el Departamento de Áncash. También vamos a tener problemas en abastecimiento de agua».
Con información de la BBC.