(Aeronoticias) «Estoy pensando en el mar…..el diálogo es indispensable», fueron las palabras que pronunció el Papa Francisco la semana pasada en Bolivia, invocando que este país se entienda con su vecino Chile para encontrar una solución a su aspiración de una salida soberana al mar que perdió hace más de un siglo en la llamada Guerra del Pacífico.
La reacción del gobierno chileno fue inmediata como dos golpes de timón. :Primero : su senado aprobó velozmente un proyecto para restablecer las relaciones diplomáticas con Bolivia, rotas hace muchos años.
Segundo, la presidenta Michelle Bachelet nombró como su vocero oficial en Argentina a su compatriota José Miguel Insulza , ex secretario general de la OEA, para procurar neutralizar un eventual apoyo a favor de la causa boliviana durante su encuentro hoy con el jefe del gabinete ministerial argentino, Anibal Fernández.
Insulza, de acuerdo a informes periodísticos, anticipó os resultados de su misión en Buenos Aires diciendo : «Hubiera sido mejor ahorrarse aquel episodio en Bolivia ya que la visita del Papa era de carácter pastoral y no la de un Jefe de Estado».
Por su parte el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati en rueda de prensa convocada ayer, sacó la cara a favor de las palabras de Francisco subrayando que lo que dijo el Papa en la Catedral Nuestra Señora de La Paz fueron justas y adecuadas.»Fueron un llamado al diálogo», apuntó.
Cerró esta ronda el canciller chileno, Heraldo Muñóz, quien advirtió que en todo caso un diálogo entre los representantes de Chile y Bolivia de ninguna manera contendrá una cesión de territorio de su país para una salida soberana al mar, como pretende Bolivia.
