La industria aérea, en el 2008 tuvo pérdidas netas por más de US$ 8.000 millones de dólares, que en un 60% podrían haber estado determinados por el alza de los combustibles de aviación, que llegó a sobrepasar los US$ 140 dólares por barril.
Aeronoticias.com.pe considera de que el gremio que representa a las empresas de aviación la IATA, debe tener un rol más activo con los ministros de transportes y las autoridades de aeronáutica civil de los países del mundo, en razón a que no obstante, la baja del precio de la gasolina de aviación, la crisis económica financiera mundial va a originar posiblemente pérdidas que en el 2009 que podrían llegar a superar los US$ 6 mil millones de dólares, si no se toman las medidas adecuadas para reducir impuestos, tasas y contribuciones que afectan a las empresas de aviación y a los costos aeroportuarios.
Al respecto, consultamos con el especialista en Derecho Aéreo, Julian Palacín Fernández, quien manifestó que la reducción de la capacidad operativa de las líneas aéreas para intentar un efecto menos dañino para la industria, por los millones de pasajeros que dejarán de viajar, no es suficiente, hoy dijo el jurista hay 6% menos pasajeros en un mes comparativamente con cualquiera de los meses del año pasado y es de esperarse que el 2009 sea peor que el 2008, ya no por el tema de la gasolina de aviación, sino por la caída de la demanda que va a originar que millones de pasajeros ya no tengan la capacidad de gasto por la crisis y para ello se requieren medidas urgentes, dijo.
Los gobiernos del mundo, expresó Julian Palacín Fernández, tienen que entender que el fenómeno turístico, cuyos efectos crean millones de empleos, tiene en el transporte aéreo el insumo principal y es por ello que se tiene que alentar las políticas que permitan que a la industria aérea mundial le vaya bien, porque cuando le va mal, se está poniendo en riesgo la estabilidad y el crecimiento de un fenómeno que crece cuantitativamente y cualitativamente hablando más que el comercio exterior.
Por último dijo que los gobiernos tienen que considerar al sector turismo y al transporte aéreo como estratégico en sus políticas generales y de esa forma ambos van a continuar contribuyendo con los millones de empleos que necesitan los países en donde estas actividades interactúan mutuamente.