Con este criterio informaron algunos empresarios los hoteles que tienen esa antigüedad también serían peligrosos en el caso de terremoto, lo cual nos demuestra que la decisión del MTC peruano no reviste el menor análisis técnico, ni jurídico.
Es hasta ingenuo pensar que la autoridad de aeronáutica civil peruana se va a sentir afectada por esta medida, ya que se trata de un ministro que no tuvo ningún reparo en vender el aeródromo de Collique desapareciendo el último bastión de la aviación civil peruana y ahora con esta decisión beneficia sólo a un grupo empresarial que se va a quedar con el 90 por ciento del mercado.
Creemos que son los jueces constitucionales, la Corte Superior de Justicia y el Tribunal Constitucional la única instancia que puede detener esta medida que no tiene respaldo en las normas y métodos recomendados sobre aviación civil internacional o convenio de Chicago suscrito por el Perú y 190 países del mundo.
Cabe agregar que un ministro que no le ha importado que el Estado pierda 155 millones de soles ya que el aeródromo de Collique se está vendiendo a 15 dólares el metro cuadrado cuando el valor del mercado es 100 dólares como mínimo, que le va a interesar la quiebra de 14 pequeños empresarios turísticos que tendrían un daño de menos de 15 millones de dólares al perder toda su inversión, lo que nos lleva a pensar que la huelga de las aerolíneas en Nasca es simplemente un saludo a la bandera, ya que lo único que podría salvar a estas aerolíneas es el Poder Judicial.
