Lo que vino de la frontera Sur no fue una voz, si no un alarido

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(Aeronoticias) Cuando el presidente Kuczynski clausuró la Reunión Binacional de Ministros de Chile y Perú el viernes 7 del presente en Lima acuñó la frase : «La Voz del Sur», queriendo significar que desde nuestra frontera sur se iban a escuchar voces de hermandad para superar las llagas del pasado.

Pero lo que se escuchó fueron alaridos proferidos por pescadores peruanos que fueron quemados por sus colegas chilenos en la caleta Quebrada Honda de Antofagasta por intentar recoger algas de ese rico mar que antes fue nuestro y que son muy cotizadas en el mercado chino.

La gran cita binacional que presidieron Michelle Bachelet, por Chile y Pedro Pablo Kuczynski, por el Perú, se hizo por primera vez en la historia y uno de sus objetivos fue precísamente alentar una integración fronteriza, pero ya estamos viendo que esto no va a ser caminando sobre pétalos de rosas si no sobre brasas encendidas.

Lo que vino de la frontera Sur no fue una voz, si no un alarido

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