Aún así, Asia afronta un momento clave, ya que la desocupación aumentará en los próximos años mientras los líderes políticos de la región deberán afrontar el desafío de consolidar un nuevo modelo basado en una mayor demanda interna privada, estimó Singh en conferencia de prensa en el marco de la Asamblea Anual del FMI y el Banco Mundial.
De acuerdo con las previsiones del FMI, publicadas esta semana, la región asiática crecerá un 2,8 por ciento este año y un 5,8 por ciento en 2010.
Los países asiáticos fueron golpeados con fuerza durante la mayor recesión de los últimos años, señaló Singh, quien precisó que las exportaciones asiáticas cayeron un 30 por ciento, los capitales se fugaron y la producción cayó de forma precipitada.
No obstante, Asia logró recuperarse porque el estímulo fiscal fue sustancialmente mayor que la media del G20-grupo de países industrializados y emergentes- y fue desplegada con rapidez», explicó.
Según Singh, la rápida recuperación de la región se debe a los estímulos fiscales, la política monetaria y las medidas adoptadas para estabilizar los mercados financieros.
El FMI espera que este año aproximadamente la mitad del crecimiento sea impulsado por las medidas de gasto del sector público.
«El impulso para Asia debe venir desde dentro», subrayó Singh, al tiempo que advirtió a los gobiernos de la región de que tendrán que llevar a cabo una dura transición hacia un modelo basado en una mayor demanda interna privada.
