Sin embargo, este año los gritos y silbidos al jefe del Ejecutivo no se limitaron a su llegada y despedida del palco desde el que observó el desfile, sino que fueron constantes durante la hora y media que duró el acto. Parte del público profirió gritos de «fuera, fuera» y «Zapatero dimisión». Gritos que se reprodujeron con los Reyes presentes tras interpretarse el himno nacional, según informó el diario español «El País». El desfile fue presidido por los Reyes, los Príncipes de Asturias, la infanta Elena y los Duques de Palma, que fueron recibidos en la plaza de Lima por Zapatero, la ministra de Defensa, Carme Chacón, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el alcalde madrileño y Alberto Ruiz-Gallardón.
Entre las autoridades se destacaron el consejero del Interior y coordinador del Gobierno vasco, Rodolfo Ares, quien acuda al evento en representación del Gabinete de Patxi López. Se trata de la primera vez que el Gobierno vasco asiste al desfile de las Fuerzas Armadas. En el desfile, que se desarrolló entre la Plaza de Lima y el Paseo de la Castellana de Madrid, participaron más de 4.200 militares, 209 vehículos y 58 aeronaves de las Fuerzas Armadas.
Tras la llegada de los Reyes, un equipo de la Patrulla Paracaidista Acrobática del Ejército del Aire (Papea) se lanzó desde un avión C-212 para tomar tierra con la Bandera Nacional ante la tribuna de autoridades. Luego de estos homenajes se inició la parada militar, que en esta ocasión no comenzó con el desfile aéreo sino con el desfile terrestre, sección de motos de la Guardia Real encabezando la Agrupación Motorizada.
Este año se conmemora el vigésimo aniversario de la participación española en misiones de paz. En estos momentos, España tiene desplegado más de 3.000 efectivos entre Afganistán, Líbano, aguas del Océano Indico y Bosnia i Herzegovina. La Legión fue la unidad más aplaudida por el público presente en el desfile. El broche final se produjo cuando la unidad de la Armada arrió la bandera nacional que presidió la parada militar.