Es posible que la gripe porcina haya afectado a cientos de miles de jóvenes alrededor del país, pero las muertes de niños debido al virus son pocas. Los funcionarios de salud dicen que registran todos los fallecimientos infantiles, pero aseguran que es imposible contar todos los casos de gripe porcina. Así que no saben el porcentaje de infecciones en niños que hayan sido fatales. Muchos expertos dicen que el virus H1N1 no es más peligroso que otros virus de la gripe, pero los niños se han contagiado de él más fácilmente que del virus de la gripe común.
Tan sólo la semana pasada, 19 niños más murieron de gripe porcina, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Las 76 muertes de niños por gripe porcina desde abril representan una cifra sustancialmente más alta que las 68 muertes de niños por gripe estacional desde septiembre del 2008. Este verano la familia Gómez, de Antioch, Tenesí, experimentó una de estas tristes tragedias. Max Gómez, un niño de 5 años que acababa de empezar clases en la guardería, empezó también a tener fiebre. Su madre pensó que era un resfriado común.
Tres días después, el 31 de agosto, el niño había muerto, aparentemente de gripe porcina. Su madre, Ruth Gómez, dijo que su hijo desarrolló síntomas peligrosos _como dedos azulados y fatiga extrema_ tras parecer haber mejorado, justo un día antes de morir. La madre le llevó al médico, pero ya era demasiado tarde.
«Estábamos impactados», dijo Gómez en voz baja. «Quedan tantas preguntas sin respuesta. ¿Qué pasó?». La doctora Susan Gerber, quien trabaja para el Departamento de Salud Pública del condado de Cook, en Illinois, dijo que cada epidemiólogo del país se fija en como la gripe porcina afecta a los niños debido a que éstos parecen ser muy vulnerables a ella.
La mayoría de niños se recuperarán de la gripe porcina, pero «aún así es muy preocupante y (este fenómeno) necesita ser examinado muy de cerca». Las autoridades exhortan a los padres a pedir ayuda inmediata si ven síntomas como dificultades para respirar, tono de piel azulado, falta de sed, el no poder levantarse con facilidad e interactuar, o irritabilidad. El hecho de que la persona mejore y luego regresen la fiebre o la tos es otro síntoma, al igual que la fiebre con un sarpullido.
Los padres también deberían buscar ayuda médica si los síntomas de fiebre se desarrollan en niños más vulnerables a complicaciones por fiebre: aquellos menores de 5 años o con problemas de salud preexistentes como el asma y otros problemas en los pulmones, parálisis cerebral, epilepsia y otras enfermedades neurológicas, problemas en el corazón, hígado o riñones y diabetes.
