(Aeronoticias).- Enrique Ponce y Sebastián Castella triunfaron y cortaron dos orejas cada uno en un festejo kilométrico del LXV Aniversario de la Plaza México de más de cuatro horas y once toros. El valenciano paseó una oreja del segundo y otra del de regalo, mientras que el francés pidió lidiar el sobrero de Javier Garfias, al que desorejó, después de estrellarse con un lote desrazado. Uriel Moreno El Zapata paseó otra oreja del tercero en un espectáculo que logró una gran entrada con 40.000 espectadores. Zotoluco no pudo brillar con toros bajos de raza y sin fuerza.
Enrique Ponce firmó una importante faena al segundo, de Teófilo Gómez justo de fuerzas y sin apenas transmisión al que el torero de Chiva toreó con maestría firmando los mejores momentos con la mano derecha en una faena con el público entregado. A pesar de un pinchazo, el palco concedió una merecida oreja. El sobrero que hizo sexto fue un toro endeble con el que abrevió, por lo que pidió lidiar el toro de regalo, con el hierro de Campo Real. Fue este un toro noble que terminó rajado pero al que el valenciano logró meter en el canasto logrando buenos momentos. Dejó una estocada ligeramente desprendida y cortó otra oreja.
Castella se estrelló con un lote falto de casta e inválido. Primero pasaportó con celeridad al cuarto un animal de Teófilo Gómez muy protestado por su falta de fuerza. El octavo de Julio Delgado no fue mejor por lo que el francés ha pedido lidiar el sobrero de regalo de Javier Garfias. A este ejemplar lo toreó el francés con muletazos de excelente trazo por ambos pitones en una labor completa que terminó enloqueciendo al público, que incluso pidió de manera festiva el indulto a un toro noble y que tuvo calidad. Finalmente le cortó las dos orejas.
El Zapata protagonizó una lidia variada sobre todo en los primeros tercios a un buen ejemplar de Teófilo Gómez. Después volvió a tirar de imaginación en banderillas donde formó un alboroto con su par monumental ligado al violín. Fue premiado con una oreja. Su labor al séptimo de Julio Delgado fue de más a menos. Prendió la plaza en banderillas, pero luego el toro comenzó a ponerse brusco diluyéndose la actuación del mexicano. Zotoluco se estrelló con su lote. Primero estuvo tesonero y profesional con el inválido primero de Julio Delgado, un endeble animal al que mexicano toreó con pulso sin que la faena pudiera romper hacia delante. El desrazado quinto tampoco le permitió resarcirse.
Texto extraido de mundotoro.com. Esperamos la transmisión de esta corrida, para ofrecer nuestra propia opinión.