Los pilotos, los asistentes de vuelo y personal de tierra de todas las compañías aéreas de los aeropuertos adheridos al Cgil, fueron convocados a una huelga de cuatro horas, de 10.00 a 14.00 hora local para protestar contra la situación del mercado de trabajo y los impuestos, sin embargo creemos que los trabajadores y los sindicatos que están detrás de esta medida no entienden que afectando el servicio público y las fuentes de trabajo ponen en peligro su propia subsistencia.
En el aeropuerto de Fiumicino de la capital italiana han sido suspendidos un total de 74 vuelos, 39 de salida y 35 de llegada, la mayoría de ellos de Alitalia, lo que afecta no sólo el servicio público y el derecho de los pasajeros, sino el principio de economicidad que rige el desarrollo de las operaciones aéreas de esta línea aérea.
Según el Cgil, en el transporte público local en Roma se han parado las dos líneas del metro y la adhesión de los autobuses ha sido del 55 por ciento, mientras que en Bolonia ha alcanzado el 75 por ciento.
La huelga de trenes será de las 14.00 a las 18.00 hora local y en las ciudades italianas de Milán, Nápoles y Turín el paro en el transporte público ha sido convocado para esta tarde.
La huelga general comenzó con manifestaciones prácticamente en todo Italia en protesta por la situación del mercado de trabajo y desempleo, los impuestos y las medidas del Gobierno relativas a la inmigración.
Esta huelga sin lugar a dudas afecta a Italia y a su turismo y especialmente a miles de pasajeros, por lo que se debería tomar conciencia que antes de una huelga hay que buscar consenso y concertar para encontrar solución a los conflictos.
