Los ministros tienen responsabilidad constitucional por las irregularidades, en los sectores a su cargo y dentro de este contexto el sector transportes debería tener presente frente a la problemática del Aeródromo de Collique que la Ley 27261 Ley de Aeronáutica Civil del Perú, les fija los objetivos que tiene que seguir el Estado en materia de aeronáutica civil, que con la inminente desaparición del Aeródromo de Collique aeropoliticamente hablando se estaría incumpliendo el Inciso H del Artículo 4 de la referida Ley.
Debemos recordar que la Liga de Aviación Civil hizo una colecta nacional en 1941 para que esos terrenos se dediquen a la aviación civil, luego con el Gobierno Militar, esos terrenos pasaron a la FAP hoy sector defensa y en la actualidad el Ministerio de Vivienda quiere construir un conjunto habitacional lo que sería contraproducente contra los fines y objetivos en la compra de estos terrenos que fueron donación.
Llama poderosamente la atención la el silencio del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, qui no sólo le han dado la espalda a la aviación civil peruana desestabilizando a las líneas aéreas peruanas en el cuasi monopolio chileno en el espacio aéreo peruano, sino que además habría designado en febrero último a un funcionario en la DGAC, para que se ocupe de la promoción de la aviación civil y hasta la fecha no ha hecho absolutamente nada.
Los pioneros y defensores de la aviación civil peruana como Jorge Chávez, Gaston Garreaud Dapello, desde el cielo deben estar mirando con preocupación como la titular de Transporte no defiende los intereses de un sector, que en el caso del Aeródromo de Collique pierde, la más importante alternativa para el desarrollo de las actividades aerodeportivas y el alterno natural en una emergencia en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez.
