(Aeronoticias).- En el Perú deberían haber más mujeres pilotos de aeronaves para demostrar que pueden desempeñarse en todos los ámbitos profesionales, incluso, en aquellos que hace pocos años solo admitían a varones, sostuvo Julissa Laguna Arana (30), una de las diez mujeres que será condecorada el día de hoy con la Orden al Mérito de la Mujer 2012.
La primera y única mujer piloto de helicóptero de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) sostuvo que las personas del sexo femenino tienen las mismas oportunidades que los varones para llegar a dirigir las aeronaves de la referida institución en cumplimiento de distintas misiones.
“No es tan complicado porque las dificultades no te las pone la institución, sino que una misma debe llegar con los anhelos bien puestos y las metas bien claras para escalar en una carrera que mayormente es seguida por varones”, comentó.
En declaraciones a la agencia Andina, la capitán consideró que pocas mujeres postulan a las instituciones militares y muchas menos a la FAP porque no existen personas de sexo femenino en altos grados que puedan actuar como referentes para las siguientes generaciones.
Recordó que el ingreso de las mujeres al ámbito de la aviación militar comenzó a ser promovida desde la década de los 90, cuando en otros países de la región pilotos femeninas ya cumplían importantes misiones.
Lo más complicado en sus 13 años desde cadete hasta capitán en la FAP fue la obtención de su especialidad como piloto de helicóptero, luego de superar una serie de pruebas físicas y académicas, según refirió.
Julissa Laguna, también madre de familia, inicia sus labores a las 8:00 horas en la Base Aérea del Callao con el planeamiento de los turnos de vuelo, rutas y misiones, además de la revisión de las condiciones meteorológicas que permitan asegurar el éxito de las misiones aéreas.
La capitán, perteneciente a una familia de tradición militar, pilota actualmente un helicóptero Bolcow para cumplir misiones de carga de pertrechos, traslado de pasajeros o de enfermos hasta centros de salud en zonas de difícil acceso, además de labores de búsqueda y rescate.
Esas tareas las realiza al menos una vez al mes como parte del entrenamiento constante que los pilotos de la FAP reciben para mantener sus capacidades en un nivel óptimo y estar preparados para enfrentar distintas situaciones.
Laguna, cuyo esposo también es piloto, afirmó que las oportunidades de mujeres y varones para escalar en la jerarquía militar están muy equilibradas en la actualidad, y esperó que muchas peruanas como ella se animen a postular a la FAP, institución donde -anotó- ha alcanzado el desarrollo profesional que siempre anheló.
Agencia Andina.
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