Se dice que las causas fueron: “Los revestimientos de protección que envolvían al satélite, no se separaron apropiadamente y eso, aparentemente, causó que fallara la misión”, dijo Chuck Dovale, director de lanzamientos de la NASA.
OCO es resultado de casi una década de investigación e iba a recolectar mediciones globales precisas de los niveles de CO2 en la atmósfera.
Los investigadores esperaban que el satélite OCO se pusiera al frente de un conjunto de satélites de observación atmosférica, que orbitan la tierra, para la obtención de imágenes tridimensionales de los cambios climáticos y meteorológicos del planeta.
Es una lastima que se haya perdido, el fruto del esfuerzo de tantos técnicos, operarios y científicos, tanto tiempo y sobre todo dinero, pero es el precio a pagar en pos de la investigación y la ciencia.