La mayoría de niños sin protección vive en Asia y Africa, en particular en las zonas rurales afectadas por guerras, lugares hasta donde es difícil la llegada de socorristas. Se trata de una buena inversión, alegó el reporte. La vacunas previenen la muerte de 2,5 millones de niños en un año. Pero si el 90% de la población infantil mundial menor de 5 años recibe las vacunas de rutina en los países ricos, se podrían evitar otros 2 millones de muertes anuales hasta el 2015.
«Deberíamos superar la división entre los ricos y los pobres, entre aquéllos que reciben vacunas que les salvan la vida y aquéllos que no», dijo la doctora Margaret Chan, directora general de la OMS. El informe insinúa que para superar ese abismo se presenta un gran desafío en los próximos años: En el 2000, en el mundo se gastaba un promedio de 6 dólares por vacunas a los recién nacidos en los países en desarrollo. Se calcula que esa cifra asciende a 18 dólares al año siguientes y podría superar los 30 dólares si hay acceso a vacunas más caras.