(Aeronoticias) Siempre es un orgullo para todos los mexicanos cuando un connacional es reconocido, aunque en este caso en particular, despierte alguna polémica.
El presidente del consejo de administración de FlyMex, Alberto Abed, inició en la aviación por allá de los años 80. Su pasión siempre han sido los aviones y un día con el apoyo de Carlos Hank González creó la empresa Transportes Aéreos Ejecutivos S. A., conocida en el mundo de los viajes como TAESA.
El concepto era ofrecer un servicio de “taxi aéreo” conjuntamente con el de mantenimiento a las aeronaves privadas.
Era la época de la ineficiencia aérea, y el propio presidente de la república Miguel de la Madrid, había ya expresado – en su último informe de gobierno – su preocupación por el poco empuje de las líneas aéreas.
Pero Alberto Abed vio una enorme oportunidad en la aviación comercial y aunque continuaba ofreciendo servicios de taxi aéreo, se concentró en entrar de lleno en competencia directa con Aeroméxico y Mexicana; con lo cual se creó el momento más significativo de la aviación al generar una competencia que llevó al país a contar con 243 naves comerciales surcando nuestros cielos.
Su salida fue de lo más polémico. Debido a un accidente, la SCT la puso en tierra (solo pasa en México) para no dejarla volver a volar y con el argumento de crisis financiera no sólo no se le permitió seguir volando, sino que se creó una verdadera persecución y descrédito al hombre que se había atrevido a irrumpir en el status quo. Ya para ese entonces Hank González había dejado de participar en la empresa por lo que las fuerzas “políticas” se fueron en su contra.
Para muchos fue una decisión política ya que unos meses después se creaba la mega empresa Cintra con las 2 líneas troncales Aeroméxico y Mexicana, haciendo un rescate multimillonario de más de 3,000 millones de dólares.
En abril de 2000, Abed crea Servicios Integrales de Aviación (SIASA) cuyo nombre comercial es FlyMex. Regresando con ello al servicio de taxi aéreo. Su objetivo era participar en los servicios la ONU, donde ya había tenido la oportunidad de colaborar en el pasado.
Tuvo de esperar más de 5 años para cumplir con todas y cada una de las pruebas y exigencias de la Naciones Unidas y a partir del 2008 realiza diversos servicios aeronáuticos por el mundo, principalmente en las regiones afectadas por desastres naturales y otros conflictos tanto de alimentos como de pasajeros hacia esas zonas.
FlyMex cuenta actualmente con 14 aeronaves de las cuales 4 están permanentemente al servicio de la ONU. La licitación ganada en el 2008 es revisable cada año e implica además, una constante supervisión de cuatro organismos: la DGAC, porque las licencias y matrículas de la empresa son mexicanas; la ONU, al ser su principal cliente; la autoridad de seguridad de la WFP y el Servicio Aéreo Humanitario de la Organización de las Naciones Unidas.
FlyMex fue el único operador mexicano elegido entre 103 empresas de 40 países para recibir un reconocimiento de parte de la Unidad de Seguridad Aérea del Programa Mundial de Alimento (WFP) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El reconocimiento, otorgado en Amman, Jordania es el Premio Anual 2012 en Seguridad en la Aviación, el cual se otorgó por su eficiencia en las operaciones aéreas de la empresa” llevadas a cabo durante el 2011 para las Naciones Unidas al realizar vuelos, referidos como “Misiones”, para su Programa Mundial de Alimentos, la cual es la organización más grande de ayuda humanitaria en el Mundo.
Se trata de una decisión consensuada de los miembros que integran el panel, entre quienes se encuentran el principal organizador de la conferencia, el Capitán Samir Sajet, Oficial de Seguridad Regional de Aviación para el Medio Oriente y Asia, perteneciente a la Unidad de Seguridad Aérea de WFP de la ONU, así como el Dr. Elissar Sarrouh, coordinador residente de Naciones Unidas y representante residente para el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (UNDP, por sus siglas en Inglés United Nations Development Programme), y Ali Al Naqbi, quien es el presidente de la Asociación de Aviación de Negocios del Medio Oriente (MEBAA-Middle East Business Aviation Association, por sus siglas en Inglés).
Alberto Abed, hombre sencillo y enamorado de la aviación, es un piloto consumado que a sus 60 años continúa surcando los aires, por lo menos dos veces por semana ya sea en un helicóptero o en uno de sus equipos jets; Su mayor orgullo fue haber transportado al Papa en uno de sus viajes a México. Fuente: http://periodicoviaje.com
