(Aeronoticias).- Muchas veces, la necesidad de conseguir dinero fácil y rápido hace que cientos de peruanos y ciudadanos de distintas nacionalidades, hombres y mujeres, pierda en nuestro país, lo más valioso en esta vida: su libertad.
Franceses, españoles, holandeses, británicos, italianos, búlgaros, canadienses, griegos, estadounidenses, panameños y muchos peruanos forman parte de los 2,314 “burriers” (503 son mujeres) que han sido encarcelados en los últimos cinco años –hasta el 18 de junio de este año– por tratar de trasladar droga a otros países a través del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez.
Según Agentes de la Dirección Antidrogas del Aeropuerto, la tasa que las mafias de narcotraficantes les pagan a los burriers es de hasta seis mil dólares. Ni un dólar más. “Desde hace cinco años este ha sido el pago que realizan las mafias colombianas y mexicanas enquistadas en el país y encargadas de reclutar burriers”, informaron.
Las estadísticas en este último lustro hablan de la preferencia que los narcotraficantes tienen por los viajeros españoles y peruanos. Hasta el momento, entre los más de 2 mil detenidos, 952 de ellos son peruanos y 335 del citado país ibérico. Mientras tanto los holandeses ocupan un lejano tercer lugar con 95 detenciones.
Y en esos años de arresto la Oficina Antidrogas del citado aeropuerto ha sido testigo del ingenio de los traficantes de drogas para ocultar la ilegal mercadería.
En el centro de cada grano de frejol había pequeñas dosis de droga, que sumadas, llegaban a los dos kilos.
Incluso los tiernos peluches, las tablas hawaianas o las monturas para caballos son usadas para ocultar el estupefaciente”, resaltó el agente, que protege su identidad.
No obstante, hay quienes prefieren ingerir cápsulas con cocaína al considerarlas “más seguras de ocultar”. Solo el año pasado se detuvieron a más de doce personas que ingirieron hasta 30 cápsulas de látex conteniendo cocaína. “Un total de 128 kilos de droga es lo que estas personas iban a trasladar a España si es que no se les detectaba a tiempo”, manifestaron.
Lo que está, por así decirlo, de moda es ocultar la droga en paquetes de sazonadores de comida y sobres de jugos de fruta.
“No es una modalidad nueva pero desde hace meses muchas de las incautaciones de droga se están dando bajo esta forma”, indicaron los detectives quienes a diario recorren los pasillos del más moderno terminal aéreo de Sudamérica para detectar, “al ojo”, a los potenciales burriers.
