Madrid y Barcelona siguieron esa tendencia descendente y se situaron en los 270.400 y los 254.500 euros por habitación, respectivamente. El descenso en Madrid fue del 16,8 por ciento y pasó de ser en 2007 la novena ciudad más cara para adquirir un hotel, a ser la undécima en 2008. El informe explica que esa caída se debe a un descenso en el RevPar (ingresos por habitación disponible) del 5 por ciento, así como a un aumento del riesgo percibido y a un deterioro del atractivo de las inversiones. “El empeoramiento de los resultados operativos proviene de la disminución en la demanda dentro del segmento corporativo, del cual la ciudad tiene una fuerte dependencia”, apunta el estudio.
En cuanto a Barcelona, la caída fue del 19,4 por ciento, pasando del décimo puesto al duodécimo. La consultora señala que desde 1990, el mercado hotelero barcelonés ha aumentado significativamente y “aún muestra altos niveles de crecimiento”. “Siguiendo la decisión de la ciudad de reposicionarse como un destino exclusivo, la mayoría de ese crecimiento se produce en las categorías altas”, continúa el documento, el cual añade que, combinado con la actual situación económica, este incremento en la oferta se ha traducido en un descenso en el RevPar de nueve euros, hasta los 95. “Consecuentemente, el valor por habitación se ha situado en la cifra más baja que se recuerda desde 1998”, concluye.
Y aunque las capitales vascas están en la tendencia, aún la capital francesa y la británica presentan nuevamente las cifras más elevadas del HVI, aunque en ambas se ha producido una importante bajada. París, con un valor por habitación de 566.180 euros y una caída del 6 por ciento, le ha quitado el primer puesto a Londres, cuya cifra rozó los 480.000 euros, lo que supuso un 23 por ciento menos.
En tercer lugar se situó Génova, una de las pocas ciudades que presentó una tendencia positiva. Su crecimiento del 17,3 por ciento, hasta los 463.660 euros, le permitió escalar desde el séptimo lugar.
En el otro extremo del ranking aparecen Riga, con 95.200 euros (-28 por ciento); Tallín, con 95.920 (-25,7 por ciento) y Belgrado, con casi 115.000 (-14,4 por ciento)