(Aeronoticias): La playa Sámara, ubicada en la península de Nicoya, se ha consolidado como uno de los destinos turísticos más atractivos de Costa Rica, gracias a su belleza natural, ambiente tranquilo y diversas actividades al aire libre. En los últimos años, la playa ha experimentado un aumento significativo en la llegada de turistas nacionales e internacionales, quienes buscan disfrutar de sus aguas cristalinas y su vibrante cultura local.
Conocida por su bahía en forma de concha y sus suaves olas, Sámara es ideal para la práctica de deportes acuáticos como el surf, el paddleboarding y el snorkel. Las escuelas de surf locales han reportado un incremento en la demanda de clases, especialmente entre los visitantes que buscan aprender a surfear en un entorno seguro y acogedor.
Además de sus actividades acuáticas, la comunidad de Sámara ha estado trabajando en iniciativas de sostenibilidad y conservación del medio ambiente. Recientemente, se lanzó una campaña de limpieza de playas que involucra a residentes y turistas, con el objetivo de preservar la belleza natural de este destino y proteger su ecosistema marino.
Los negocios locales también han florecido, con un auge en la apertura de restaurantes, cafés y tiendas que ofrecen productos artesanales, comida típica costarricense y opciones vegetarianas y veganas. La gastronomía de Sámara ha sido elogiada por su frescura y variedad, convirtiendo a la playa en un lugar de encuentro para los amantes de la buena comida.
Las autoridades locales han estado trabajando en la mejora de la infraestructura turística, incluyendo el mantenimiento de caminos y la señalización de áreas de interés, para garantizar que tanto los visitantes como los residentes puedan disfrutar de un ambiente seguro y accesible.
Con su combinación de paisajes impresionantes, actividades recreativas y un fuerte compromiso hacia la sostenibilidad, Playa Sámara se posiciona como un destino imperdible para quienes buscan una experiencia auténtica en el corazón de Costa Rica. Los visitantes están invitados a descubrir y disfrutar de este rincón paradisíaco, mientras contribuyen a su conservación y desarrollo sostenible.
Fuente: Sebastián Julián Palacín Newell.