Hoy, 35 años después, el llamado Acuerdo de Charaña pretende ser reeditado a sugerencia del ex Jefe del Ejército Chileno, Juan Emilio Cheyre, aparentemente avalado por el ministro de Defensa, Jaime Ravinet, del gobierno que preside actualmente Sebastián Piñera.
Sin embargo el rotativo chileno parece ignorar que los políticos bolivianos se sienten más bien defraudados y hasta engañados en sus expectativas para lograr una salida soberana al Pacífico, cuyo último intento fue a través de la Agenda de 13 Puntos que trataron con la ex presidenta Michelle Bachelet hace 4 años (2006), cuyos resultados fueron calificados como una burla.
Además las frescas declaraciones del presidente chileno, Sebastián Piñera, en el sentido de que su gobierno jamás dará “ni un grano de arena de su soberanía” a ningún país, es tenida muy presente para desaparecer cualquier ilusión ajena.
Es de recordar que en Charaña, Chile propuso dar a Bolivia una salida al mar a través de un corredor que se situaría al norte del puerto de Arica, territorio que antes de la Guerra del Pacífico, que duró 4 años, (1879-1883), perteneció al Perú, al igual que el departamento de Tarapacá y que está vigente un Tratado con Chile el cual no permite a este país utilizar territorios que fueron peruanos sin su consentimiento.