Prevenir el uso de drogas en niños y adolescentes

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(Aeronoticias).- El consumo de drogas está presente en todas las clases sociales y en todas las edades. Los niños y adolescentes, son los que con mayor facilidad caen en este peligroso vicio que los condena e ellos y a su familia a un tormentoso viacrucis.

La Lic. en Psicología Paulina D´Epiropresenta algunos “factores de protección”, para la prevención de este cáncer presente en en nuestro mundo y tan difícil de combatir.

» La Comunicación Padres-Hijos: La Comunicación es una herramienta esencial. Para comunicarnos efectivamente tenemos que poner en práctica tres habilidades ESCUCHAR, OBSERVAR Y HABLAR».

Prevenir el uso de drogas en niños y adolescentes

«Escuchar: Es demostrar una actitud de acercamiento, permanecer atento, mostrar interés. Como papá debés prestar atención a lo que tu hijo dice y cómo lo dice; tratar de evitar los mensajes contradictorios, identificar y reconocer los sentimientos que están detrás de las palabras y, fundamentalmente, no interrumpir».

«Escuchar cuidadosamente es preparar tu respuesta y asegurarte de haber entendido lo que tu hijo te quiere decir».

«Observar: Observar las expresiones de tu hijo para saber si están relajados y sonríen, si están nerviosos o tensos, si están tristes o enojados; tratar de entender su estado de ánimo; y así poder responder con manifestaciones de cariño y comprensión».

«Hablar: No ofrecer consejos a tu hijo cada vez que conversan. Es importante asegurarte de reconocer y elogiar las cosas que él hace bien».

«Criticar el comportamiento de tu hijo, no tu hijo (“no eres tonto, te equivocaste”). No convertir la conversación en un regaño. Evitar usar palabras como siempre o nunca (“siempre te equivocas o nunca lo haces bien”). Impedir que tu tono de voz suene a burla, a crítica o a imposición».

» Límites: Un hijo espera y necesita que sus padres pongan límites. Es decir, necesitan que se establezcan reglas claras para regular su conducta. Es importante que se instauren horarios para el estudio y la recreación. Se debe implantar en el hogar una posición firme respecto al consumo de tabaco, alcohol y otras drogas. (Se fuma o no se fuma, se toma o no se toma, y por supuesto, no se consumen drogas). Hay que enseñar a los hijos que transgredir las reglas tiene consecuencias. Fijar sanciones para cada vez o caso en que se rompa estas reglas y mantener firmeza. (”Por haber llegado tarde, no puedes ir ahora al cine, pero bueno… haré una excepción”), este tipo de acciones crea confusión y pérdida del respeto a la autoridad».

» Autoestima: La autoestima es la opinión y la aceptación que tenemos de nosotros mismos así como reconocimiento de nuestras cualidades y virtudes. Cuando se dice que alguien tiene una baja autoestima, significa que esa persona se siente menos que los demás, insegura, menos inteligente, poco atractiva o incapaz y puede caer en las adicciones más fácilmente. En la medida en que formes que tu hijo tenga una buena autoestima, estará más protegido de las drogas».

«Todos somos diferentes: Aceptar a los hijos tal como son. Evita las comparaciones (”yo a tu edad…”), con sus hermanos (”deberías aprender de tu hermano”), o con amigos (”tu tan flojo, en cambio Juanito…”)».

«Ayudarlos a tener confianza en si mismo: Se debe enseñar a los hijos a valorarse. Reconocer sus éxitos, por pequeños que parezcan y demostrarles aprecio y apoyo».

«Tenerlo en cuenta: Dejar que los hijos expresen sus opiniones y sus sentimientos. Darle su lugar en la familia».

«El amor es algo que se dice y se manifiesta: Las muestras de afecto: caricias, abrazos, palabras cariñosas, son indispensables para que los hijos se sientan queridos».

» Control del Enojo: Es importante poder controlar las sensaciones que nos provocan algunas situaciones. Cuando se dialoga con los hijos se debe tener mucho cuidado en las palabras que se utilizan. Ante hechos que te provoquen mucho malestar, es mejor tomar un tiempo para calmarte, analizar lo sucedido y decidir cómo manejar la situación.

Es importante que tus hijos no perciban tu “furia”, ni recibir palabras hirientes o insultos, ya que lo que debes desaprobar es el comportamiento y no tu hijo».

» La Asertividad: Es importante criar hijos asertivos porque esto los ayuda a ser firmes en sus convicciones y a tener seguridad y confianza en ellos mismos. Entrenarlos en Asertividad es enseñarles a respetar las opiniones de los demás y a hacer respetar las suyas, además es prepararlos para que aprendan a decir NO cuando les proponen cosas que van en contra de sus propios valores y creencias».

«Deporte y Recreación: Está comprobado que la práctica de actividades deportivas, religiosas y culturales son un factor protector importante; de ahí, la importancia de fomentarlas en los hijos. Fomenta los deportes en tus hijos. Les enseñan disciplina, espíritu de competencia, participación en equipo, desfogue de agresividad, liberación del estrés y aporta grandes beneficios físicos y psicológicos. Enséñales a tus hijos, mediante la práctica, que hay muchas maneras de divertirse sin consumir drogas: una “diversión Sana”. Ayúdalos a organizar fiestas con concursos, juegos, baile, etcétera. Demuéstrales a tus hijos que hay muchas maneras de pasarla bien yendo a museos, leyendo un buen libro, tomando alguna clase extra, etcétera».

«Y por último, algunos Consejos útiles:

«Acepta las opiniones y decisiones de tus hijos. Cuando no estés de acuerdo con ellos, explícales tus razones y escucha las de ellos. El respeto debe ser mutuo».

«Acepta tus errores cuando tus hijos te los señalan y procura corregirlos.

» Una familia unida protege. Fortalece los lazos familiares demostrando atención comprensión y apoyo a tus hijos».

» Involúcrate en los que les gusta a tus hijos, conocer a sus amigos y sus actividades escolares. Nada puede suplir el interés sincero que demuestra un padre».

» El tiempo que se dedica a los hijos, debe ser de calidad. No pienses en otras cosas, ni realices otras actividades (ver la televisión, trabajar, hacer quehaceres domésticos, hablar por teléfono), mientras tus hijos te hablan».

«Destina un espacio para que la familia realice alguna actividad en conjunto (Días de campo, ir al cine, hacer deporte, juego de mesa, etcétera)»

«Procura comer con tus hijos lo más seguido posible. La hora de la comida es una excelente oportunidad para hablar de lo que sucedió a lo largo del día. Pero, sobre todo, para que muestres a tus hijos interés y cariño, no es un espacio para discutir ni regañar».

Situaciones de “Riesgo” de Consumo:

«Cuando en la familia o en su grupo de amigos se consumen drogas.

• Cuando en la casa se vive un clima de tensión y violencia.

• Cuando tiene dificultad para decir no y poner sus propios límites.

• Cuando tiene curiosidad o necesidad de vivir emociones fuertes, así como experiencias que ponen en peligro su vida.

• Cuando ha abandonado la escuela o el trabajo.

• Cuando las drogas son fáciles de conseguir.

Señales de “alarma” en la conducta de los adolescentes:

• Cuando han perdido el interés en las actividades que antes le gustaban.

• Cuando bajan su rendimiento en la escuela.

• Cuando cambian de amigos.

• Cuando muestran preferencias por otro tipo de actividades.

• Cuando cambian drásticamente de aspecto (ropa, peinado, etcétera).

• Cuando cambian sus hábitos alimenticios, están tristes y aislados.

• Cuando cambian drásticamente de estado de ánimo: pasa de la euforia el enojo o se vuelven agresivos.

• Cuando en casa se empiezan a perder objetos de valor o dinero»

Valiosas recomendaciones que es necesario tener en cuenta en nuestros hogares. Debemos estar alertas pues nadie está libre que este mal social, cáncer del siglo, se infiltre en nuestros hogares, ya que corremos el riesgo de ser víctimas directas o indirectas de este flagelo de la humanidad.

Si descubrimos algún caso en nuestra propia familia o amistades,» no desesperar ni perder la cabeza», pues los especialistas recomiendan a los padres que encuentran drogadictos en su familia, que no los traten mal, pues el drogadicto es un enfermo.

Lo mejor es entrar en diálogo y abrirle bien los ojos, para que no sean víctimas de este horrible mal y de tantos otros que destruyen la vida de miles de niños, jóvenes y adultos.

Una gran dosis de comprensión, paciencia y amor unida a una formación humano cristiana harán de nuestros hijos, hombres que construyan un mundo  cada día mejor.

 

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