«Brasil es un país enormemente estable a la hora de predecir el entorno jurídico», declaró Antoni Brufau a la radio Intereconomía. Brasil reveló el lunes un plan para reforzar su control sobre los inmensos yacimientos de petróleo en aguas profundas, haciendo de la compañía pública Petrobras el único operador y asegurándole al menos un 30% de los ingresos en las zonas explotadas por las compañías extranjeras.
Repsol YPF considera Brasil como uno de los ejes más importantes de su estrategia y está bien implantado frente a las costas brasileñas, donde los descubrimientos en aguas profundas se han multiplicado recientemente.
El grupo está presente en 21 bloques exploratorios en las regiones de las cuencas de Santos, Campos y Espiritu Santo. En «los campos que tenemos, la ley (…) nos mantiene el régimen fiscal y regulatorio que tenía en el momento de la concesión», declaró Brufau.
Aeronoticias subraya que Repsol anunció este miércoles que las reservas recuperables de uno de los bloques, el BM-S-9, se situaban entre 1.100 y 2.000 millones de barriles, una «buena sorpresa», según Brufau, cuyo grupo detenta el 25% del bloque. «En las futuras concesiones, como todo el mundo, tendremos que adaptarnos», declaró Brufau, cuyo grupo reconoció recientemente desacuerdos con los gobiernos de varios países latinoamericanos como Venezuela, Ecuador o Bolivia.