Robert Pattinson, el vampiro más deseado por adolescentes de todo el planeta, es un «maniaco depresivo» y su higiene personal deja mucho que desear, según lo ha confesado a una revista. Según éste, si una fan se sentara cinco minutos con él «perdería toda la ilusión».
No es la primera vez que la higiene del actor que da vida al vampiro Edward Cullen da que hablar. Hace algunos meses se libró un verdadero debate entre algunos compañeros de reparto que afirmaban que el actor olía mal y los que, en su defensa, aseguraban que «olía a rosas». Ahora es el propio Pattinson quien despeja las dudas.
«He llegado al punto en el que no puedo soportar el aire a mi alrededor. Mi higiene personal es vergonzosa. Realmente, tengo poca ropa que me guste y como estoy viajando todo el tiempo no puedo comprarme algo más», declaró el actor a la revista británica ‘New’ y que reproduce Europa Press. «Estos pantalones los llevo ya hace unos cuantos días», añade.
Pero las críticas del actor de Crepúsculo a sí mismo no se detienen ahí, sino que además éste se confiesa «un poco maniaco depresivo», por lo que asegura que le es imposible ser romántico. «Solía ser romántico, pero actuar ha arruinado mis técnicas de seducción. Analizas demasiado todo, analizas como si dices una cosa le gustarán a alguna persona y si dices otras, no», admite Pattinson, a quien se ha relacionado con su compañera de reparto en la saga de vampiros Kristen Stewart.
«Comienzas a experimentar con la gente, lo cual no es demasiado bueno para la vida real. Creo que he dejado de ser romántico, sólo soy un poco maniaco-depresivo». Sin embargo, seguro que por mucho que se esfuerce en asegurar que no es ningún príncipe azul, sus fans se lo perdonan todo.
