Es por esto, que Abu Dhabi, uno de los siete que componen los Emiratos Árabes Unidos, ha diagramado un rescate financiero de unos 10 millones de dólares, para Dubai y amenaza con quitarle la autonomía financiera y el sistema económico que contribuyó a establecerlo como el principal centro de negocios de Medio Oriente.
Pero Abu Dhabi, que bombea el 90% del total del petróleo de los Emiratos y que se opuso durante mucho tiempo a la expansión en base a la adquisición de deudas de su vecino, tiene los medios para dominar a Dubai.
El Emirato más pequeño acumuló 80 millones dólares, en deuda para construir proyectos inmobiliarios, entre ellos el edificio más alto del mundo, mientras Abu Dhabi amasaba uno de los mayores fondos de riqueza soberana del mundo.
Mientras que Dubai se posicionó como el centro regional creando zonas especiales para serivicos financieros y medios, donde muchas restricciones locales no regían, y construyendo decenas de hoteles de lujo, el mayor puerto del Medio Oriente y las mayores islas ratifícales del mundo. También fue sede de importantes torneos de tenis y organizó campeonatos de golf y rugby de alto perfil, así como la Copa Mundial de Dubai, la más rica carrera hípica del Mundo.
“Antes, Dubai dependía de los bancos internacionales, ahora depende de Abu Dhabi”, sentenciaron los portavoces.