Señores Presidente y Primer Ministro ¿Y el espionaje marroquí?

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(Aeronoticias) Las excusas de Chile al Perú por el espionaje del que fuimos víctimas, se produjeron por la posición firme del gobierno de exigirlas sin medias tintas y Santiago se rindió ante las evidencias, como lo hizo con Argentina en el año 2003. El capítulo está terminado y se espera que no se repita, además que el gobierno ha tomado mayores medidas de seguridad.

Pero lo que ha quedado aún en el limbo es el espionaje marroquí, que debe ser tratado con igual dureza por las autoridades peruanas. Lo que preocupa es que han pasado siete meses y no se sabe nada de las investigaciones y sus resultados. Tal vez los cambios de autoridades han conspirado para que no se avance en el tema, se les haya ocultado información o simplemente no se le dio la importancia debida.

El espionaje no es solamente militar, es también sobre temas comerciales, económicos y financieros. Y si lo hacen civiles, también es traición a la patria. No solo los militares tienen la exclusividad. Y no solo Chile, sino sobre cualquier país que ose violar nuestra soberanía.

Es de público conocimiento que sus diplomáticos y la embajadora Oumama Aouad –quien reiteramos debe ser expulsada- enviaron a su Cancillería documentos internos que remitió el entonces ministro de Relaciones Exteriores, Rafael Roncagliolo, al Congreso peruano y el debate en la Comisión de RREE, violando las normas diplomáticas y la Convención de Viena. Los documentos del Perú que poseía Marruecos ¿cómo los obtuvieron? ¿Qué traidores se los proporcionaron?

Esas informaciones fueron reveladas por el hacker “Chris Coleman” y son documentos oficiales auténticos, que el gobierno marroquí nunca desmintió. Desde el mes de octubre “Coleman” está revelando todos los archivos –encriptados y confidenciales- de la Cancillería marroquí.

Sobornos

En ellos, aparte de los documentos peruanos, se descubrieron los sobornos a periodistas de varias partes del mundo para que escribieran en contra de Argelia y del Frente Polisario, legítimo representante del pueblo saharaui reconocido por las Naciones Unidas.

Asimismo, se mencionan los sobornos a funcionarios de la ONU y espionaje en la oficina del Secretario General Ban Ki-moon, hechos que se encuentran en investigación, más aún que acaba de revelarse que Marruecos “parece haber utilizado uno de los softwares de control de ordenadores de Hacking Team para espiar las actividades de la ONU relativas a la cuestión del Sáhara Occidental”. Según documentos confidenciales, Marruecos ha desembolsado más de 3 millones de euros a esa empresa y es su tercer mayor cliente”.

Embajada redobla vigilancia a Palacio de Gobierno de Perú

En el caso de los documentos sobre el Perú, aparte de los oficiales de la Cancillería y el Congreso, la embajada marroquí informa a su Cancillería sobre sus conversaciones con diplomáticos, periodistas e historiadores peruanos, a quienes invita –entre otros diálogos, en donde alguno de ellos promete fidelidad a los marroquíes (¡qué vergüenza!)- a foros internacionales para defender la postura marroquí contra los saharauis, por supuesto con todo pagado más “viáticos” de US$ 2.200 dólares.

Otros informan, por ejemplo, que la embajadora menciona que el lobby de la embajada (julio 2012) “ha impedido que los separatistas (República Saharaui) estén presentes el 28 julio de 2011 en Lima, durante la toma de posesión del presidente Humala. Cabe señalar que hasta el momento los esfuerzos constantes realizados por esta misión han evitado cualquier presencia de los separatistas (saharauis) en el Congreso o el Gobierno”.

¿Quiénes serán los peruanos que prefieren a Marruecos que a nuestro país? ¿Quiénes son los políticos y diplomáticos que evitan la normalización de relaciones diplomáticas con otro Estado?

En su escrito, la diplomática señala, asimismo, -y traslucía su evidente nerviosismo- que Gana Perú había incluido en su plan de gobierno el apoyo a la independencia del pueblo saharaui, que su embajada “había redoblado la vigilancia y forjado estrechos contactos con el nuevo Gobierno, el Congreso, los medios de comunicación… y que los contactos se reforzaron con especial atención en el entorno del presidente Humala”.

Cabe destacar, que en otro documento reservado y encriptado de la embajadora a su gobierno (octubre 2011), informa que para contrarrestar el activismo separatista (saharauis), consiguió una entrevista con el entonces Secretario General de la Presidencia, Luis Chuquihuara y que califica de pro marroquí. Chuquihuara le informa de la posición neutral del Perú en el tema entre Marruecos y los saharauis, pero le advierte que algunos funcionarios de Gana Perú podrían cambiar la posición (a favor de los saharauis).

De acuerdo a lo que menciona Aouad… ¿A quién servía Chuquihuara (hoy embajador en Suiza)? ¿A Humala o a la embajadora marroquí?

Acciones non sanctas marroquíes

Grave es que la embajada marroquí frustró en el Congreso la formación de la Liga de Amistad Perú-RASD (República Saharaui), que impulsó Carlos Angulo.  “La reactividad de esta embajada con el apoyo de algunos congresistas sensibilizados con Marruecos ayudaron a derrotar esta iniciativa”, que era propulsada por “legisladores de la izquierda radical que componen la mayoría presidencial”. Aouad critica a Roncagliolo “por apoyar a la izquierda radical de la mayoría presidencial”.

Pregunto ¿esto no es intervención en asuntos internos? Debido al debate que se realizó en la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso la embajadora calificó de “ambigua” la posición del Ministerio Relaciones Exteriores del Perú en el caso del Sáhara Occidental. La embajadora cuenta a su gobierno con lujo de detalles el debate en la Comisión, el intercambio de palabras entre el legislador Angulo y el director general del Ministerio de Relaciones Exteriores, Carlos Zapata.

De otro lado, la embajadora sugiere a su Gobierno que invite a su país al presidente de Sierra Exportadora, Alfonso Velásquez, entre otras razones porque es amigo del primer ministro Óscar Valdés y a Carlos Durand, Presidente de la Cámara de Comercio de Lima porque apoya un Tratado de Libre Comercio entre el Perú y Marruecos. Ella recomienda que se les invite para “contrarrestar las maniobras de Argelia y su influencia económica” (marzo de 2012).

Tal es su obsesión contra Argelia, que en otra información miente a su Gobierno: ella señala que la Embajada de ese país financia las actividades de las organizaciones pro saharauis en el Perú. Es otra falsedad para justificar que le aumenten el presupuesto.

Coleman difunde un informe confidencial del gobierno marroquí, de octubre del año 2013, en el que el espionaje marroquí en América Latina da a conocer a todas las organizaciones o personajes pro saharauis, así como sus actividades. Perú, México y Brasil tienen los informes más extensos. Sobre la situación en Perú se menciona que “la llegada al poder del Presidente del Perú, Sr. Ollanta Humala, en julio de 2011, planteó preocupaciones sobre el riesgo de una posible reconocimiento” (a la República Saharaui) y menciona que, a diferencia de Roncagliolo, la entonces ministra Eda Rivas “siempre ha mostrado una cierta simpatía por nuestro país”.

En otro señala: “Marruecos cuenta con el apoyo de los fujimoristas, segunda fuerza política, que podrían llegar al poder en 2016”.

Igualmente, que la embajada donó diez sillas de ruedas para Ica a pedido de la entonces ministra Ana Jara, que es de “influencia en Gana Perú”… y que hay que seguir ayudándola porque es “una ministra clave, del círculo del presidente Humala”.

Un nuevo documento descubierto del gobierno marroquí ordena la acción diplomática prioritaria en cinco países: Perú, Colombia, Guatemala, Chile y Brasil. Sobre el Perú dice que se debe evitar cualquier cambio de la política exterior sobre el Sahara, “por la llegada al poder del presidente de izquierda Ollanta Humala” y que la embajada “está sensibilizando a la sociedad política, parlamentaria y civil en el país, para bloquear cualquier reconocimiento” a la República Saharaui. Ella será reforzada por su Gobierno.

Todos estos documentos y otros fueron enviados a Palacio de Gobierno y a Torre Tagle.

Algunos preguntan ¿sobre qué nos puede espiar Marruecos, un país tan lejano?

En primer lugar, está interesado por conocer a priori la conducción de la política exterior peruana sobre el tema del Sáhara Occidental, un territorio invadido por Marruecos y en el que comete las más fragantes violaciones de los derechos humanos, incluida la tortura, contra la población civil saharaui. Y para evitar que el presidente Humala cumpla con su promesa, trabajan con un lobby cercano a él para que no se reconozca a la República Saharaui.

En segundo lugar, de acuerdo al propio informe de la embajada marroquí, están preocupados de que el Perú aumente la producción de fosfatos y por el que Marruecos -gracias al expolio que hace de los recursos naturales saharauis- es uno de los principales productores; y,

En tercer lugar, están perturbados por la inversión argelina –Marruecos es  enemigo solapado de Argelia- en el Perú, que es de mil millones de dólares, mientras que el reino feudal no tiene un solo dólar invertido en Perú y solo se dedica a invitar a autoridades y personalidades a su país para incrementar su lobby e influencia en el Gobierno, además de regalitos, almuercitos y cócteles ¡Muchos malos peruanos se venden por un plato de lentejas!

El mandatario Ollanta Humala y el presidente del Consejo de Ministros, Pedro Cateriano, tienen la palabra.


 

 

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