Siete inversionistas interesados en aviones de Pluna

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(Aeronoticias).- Subasta. BQB y venezolana Conviasa están entre ellos; pagaron US$ 5.000 al fideicomiso. En total siete empresas pagaron US$ 5.000 al fideicomiso que administra los bienes de Pluna para tener derecho a inspeccionar los aviones, obtener información técnica y realizar preguntas previo a la subasta, dijeron a El País una fuente del Poder Ejecutivo.

Entre esas siete empresas se encuentran la línea aérea BQB, del empresario argentino Juan Carlos López Mena, y Conviasa, la aerolínea de bandera venezolana, según la fuente.

En tanto, Sol Líneas Aéreas, otra de las firmas que había expresado interés en los aviones de Pluna, no pagó los derechos para inspeccionar las naves -para lo cual había plazo hasta el pasado jueves 6, confirmó a El País el director de Planeamiento de Sol, Horacio Darré. «No tuvimos instrucciones del grupo inversor de comprar los derechos. Por lo cual presumimos que no vamos a ser parte de la subasta», indicó Darré.

De todos modos, comentó que la decisión se tomará formalmente en una reunión de directorio con los accionistas el lunes 10. El hecho de que siete entidades hayan comprado los derechos al fideicomiso no implica que necesariamente todas vayan a participar de la subasta de los aviones el miércoles 12.

El decreto que regula la subasta también establece que pueden participar del remate empresas que no hayan adquirido esos derechos, aunque como condición para participar, antes de que comience la subasta todos los interesados deben entregar al fideicomiso una garantía de mantenimiento de su oferta de US$ 13.688.516 (el 10% del precio base de la subasta).

El gobierno tiene expectativas de obtener el máximo rédito del remate, ya que con lo recaudado espera cubrir las deudas de la exPluna que ascienden en total a US$ 379,8 millones, según declaró la empresa a la Justicia concursal.

La subasta al alza será con una base de US$ 136.885.156, el equivalente a la deuda que Pluna S.A. mantenía con The Bank of Nova Scotia, de Canadá, por la compra de los siete aviones Bombardier. Si nadie oferta en esta instancia, se dará lugar a una subasta a la baja, con un piso de hasta US$ 100 millones. Si no hay ofertas en esta segunda instancia, la subasta se declara desierta y el tema regresa al Parlamento, que deberá evaluar qué estrategia tomar.

Además del Estado, los exempleados de Pluna se juegan todo en la subasta del miércoles, que significa una oportunidad de recuperar sus puestos de trabajo en una aerolínea de bandera nacional. La carnada del gobierno para que alguna empresa contrate al menos 250 exempleados de Pluna es la posibilidad de negociar directamente con el Estado el paquete completo de rutas y frecuencias que estaban reservadas para Pluna, que incluyen 30 rutas a 22 ciudades de América del Sur, con un total de 320 frecuencias semanales.

La fuente del Ejecutivo indicó que si nadie se interesa en esta subasta, el plan del gobierno es establecer una política de «cielos abiertos», es decir, no reservar frecuencias a nadie. «Alguien podría decir, «no me presento a la subasta y después pido las frecuencias», comentó la fuente. «Pero si la opción es no llevarse los aviones en esta instancia, todos van a tener derecho a las frecuencias, no van a estar reservadas para nadie», indicó.

Por otro lado, la empresa que adquiera las frecuencias puede pedir al Estado uruguayo una garantía por la compra de los aviones de hasta el 75% del precio de las aeronaves. La empresa a su vez podrá también negociar la asunción de los contratos de leasing que Pluna tenía con otras seis aeronaves Bombardier. Si bien en la subasta se habilita la posibilidad de que un interesado solamente se lleve los aviones, solo puede darse en el caso de que sea el ganador de la subasta al alza.

REMATADOR

El hombre a cargo de conducir la que calificó como «una de las subastas más importantes en la historia del país» es Mario Stefanoli, presidente de la Asociación de Rematadores del Uruguay. Lo hará en representación de esa gremial de rematadores. Con 51 años y 27 en la profesión, Stefanoli comentó que tiene en su haber «varios cientos de remates judiciales» y «varias miles de tasaciones de bienes» realizadas.

Aunque nunca remató aviones, sí ha tasado aeronaves y subastado embarcaciones, además de «campos, infinidad de inmuebles urbanos y bienes muebles de todo tipo». Stefanoli estimó que no necesita tener un conocimiento específico del tema aeronáutico. «Entiendo que quienes van a estar ofertando son interesados que tienen un total conocimiento de lo que van a estar comprando», indicó. «Quienes van a participar de la puja serán representantes de empresas que previamente inspeccionaron los aviones, vieron toda la documentación, y ya tienen un total conocimiento de lo que están comprando».Además hay anotados para la subasta otros 454 rematadores, que estarán «a la orden» del martillero.

Costo del martillero

Si se concreta la subasta de los aviones, la comisión del remate será de un 0,5% del precio de adquisición más IVA, por lo cual, en el peor de los escenarios, serían US$ 610.000 si se venden al mínimo de US$ 100 millones. El dinero se repartirá entre los 455 rematadores inscriptos para la subasta, por lo cual a cada uno le correspondería al menos US$ 1.340.

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