El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró que su país es agredido por Colombia «por lo menos desde hace siete años», tiempo que coincide con la permanencia en el poder del mandatario Alvaro Uribe.
Correa insistió en que jamás conoció a los integrantes de las FARC, en medio de los rumores que indican la intervención en la financiación de la campaña en 2006 por parte de la guerrilla colombiana. En una entrevista concedida al diario El tiempo, difundida hoy, el presidente ecuatoriano manifestó: «Hemos recibido una política absolutamente abusiva por parte de Colombia, por un problema que no es nuestro». Y reiteró su condena al bombardeo que militares colombianos lanzaron en la localidad ecuatoriana de Angostura, sin autorización de su gobierno, para dar muerte al número dos de las FARC, Luis Edgar Devia, alias Raúl Reyes.
En ese sentido, anotó que aunque su país no está en una carrera armamentista, sí se está preparando para la defensa. «No va a permitir nunca más que a mansalva entren aviones (a Ecuador) y no los podamos siquiera detectar», destacó.
Correa ratificó además que su ex ministro de Seguridad Gustavo Larrea no se reunió con Raúl Reyes en Angostura, sino en otro país, que no quiso especificar, e indicó que de llegar a comprobarse los nexos del ex funcionario con las FARC será el primero en «ponerle un juicio por traición a la Patria». El presidente ecuatoriano también consideró el traslado de las operaciones de la base estadounidense de Manta, en Ecuador, a Colombia como un «foco de desestabilización» para la región.