El último martes, se produjo el hecho en el contexto en el que el helicóptero MI-17 de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) que transportaba al jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas fue –por poco- impactado por dos disparos de lanzacohetes RPG, de fabricación rusa, que poseen los narcoterroristas.
Además se afirmó que la nave había recorrido las bases del cerro Vizcatán, además la Compañía de Comandos Lince – ubicada en zona baja, margen derecha del río Mantaro – y la base del cerro Judas.
Se afirmó al respecto que luego de verificar las condiciones en este último puesto, Contreras, su comitiva de altos oficiales del CC.FF.AA. y dos periodistas, Daniel Yovera, de 'Peru 21' y Gilmar Pérez, reportero gráfico de 'Caretas', subieron al helicóptero para dirigirse a la base de Pichari.
Donde se afimó se recargaría combustible para continuar hacia Sanabamba, lugar donde ocurrió el atentado terrorista que dejó hace algunos días 15 soldados muertos.
Según narra el periodista de ‘Peru 21’, todo ocurrió a la 1:30 de la tarde. “De pronto, una explosión, primero, y un remezón de la nave, después, originó gritos de “¡al piso!” por parte de los oficiales. Hubo una segunda explosión y afuera sólo se oían disparos de fusiles ametralladoras. Todo ocurrió en segundos”, según indica.
Luego de ello, el piloto del helicóptero inició un ascenso rápido y no se produjeron más disparos, señala. Afortunadamente, no hubo víctimas.
Los soldados de la base hicieron disparos de metralleta en una reacción rápida para proteger la “salida” de la nave. Posteriormente, efectivos militares encontraron restos de los cohetes usados por los subversivos a una distancia de entre 10 y 15 metros de donde estaba el helicóptero.
