El ministro de Turismo egipcio, Zoheir Garan, decidió «suspender todas las actividades» en las playas de Sharm, hasta que «no sea garantizada la eliminación total del peligro» tras el ataque mortal de un tiburón.
Tras un primer ataque la semana pasada contra cuatro turistas extranjeros, tres de ellos rusos y uno ucraniano, se decretó la prohibición de bañarse en las aguas de las playas en ese popular balneario sobre el Mar Rojo, durante 48 horas.
Las playas fueron reabiertas ayer, después que el Ministerio de Medio Ambiente egipcio informó que capturó al ejemplar responsable de los ataques, aunque luego fue capturado un segundo tiburón en la zona donde se verificó el primero.
Se especula que la contaminación y el calentamiento del mar podrían haber contribuido a la psicopatología asesina del tiburón que sin sangre se abalanzó sobre su víctima.