Trabajadores de las seis líneas de subterráneos de la ciudad de Buenos Aires volverán a cumplir desde el martes un paro de actividades, ahora por 24 horas, en reclamo de personería gremial distinta de la conducción del sindicato que los nuclea, medida que afectará a más de un millón y medio de usuarios. Por ese motivo, el gobierno argentino dispuso este lunes catalogar, por excepción, como «servicio público esencial» al transporte subterráneo, e intimó a la empresa concesionaria del servicio, Metrovías, a que organice un plan alternativo que permita viajar a los pasajeros.
En medio de una disputa con la conducción del gremio Unión de Tranviarios Automotor (UTA), delegados de base han desplegado un plan de lucha para lograr que se los reconozca como agrupación independiente. En ese contexto, realizaron ocho paros en lo que va del año, dos de ellos la semana pasada, por tres y once horas, respectivamente.
La medida estaba anunciada para las 5:00 de la mañana del martes (8:00 GMT), sin embargo, esta noche las puertas de las estaciones fueron cerradas de manera imprevista alrededor de las 21:45 hora local. Xinhua consultó a pasajeros que pretendían abordar a formaciones de la línea D. «Recién salgo de la Facultad y me encuentro con que no tengo subtes», se quejó una alumna de la carrera de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires.
Una de las estaciones de la línea D es «Facultad de Medicina», y se encuentra ubicada de esa Casa de Estudios, y a una cuadra de la de Económicas. Por ese motivo, eran decenas los alumnos que, esta noche, buscaban abordar colectivos que los lleven a la zona norte de la capital sudamericana.
En igual sentido, el diario La Nación reportó que lo propio ocurrió en la línea B, que une el Correo Central, en el microcentro de la ciudad, con el barrio de Villa Urquiza, zona noroeste del distrito. Según trabajadores que se encontraban en el lugar, el cierre anticipado fue dispuesto por la compañía.
En medio del conflicto, la administración de la presidenta Cristina Fernández dispuso declarar el servicio como «esencial», por un día. La resolución, del Ministerio de Trabajo, equipara la prestación con la de los médicos en los hospitales.
El secretario de Transporte argentino, Juan Pablo Schiavi, dijo que la empresa Metrovías debe garantizar el servicio «porque son sus empleados los que están generando el conflicto». Sin embargo, el delegado de base Néstor Segovia, operario de la línea C, dijo que la situación «es responsabilidad del gobierno nacional, que se empecina en no reconocer» la personería gremial de los trabajadores de base, que rechazan la conducción sindical.