La laguna de Siecha ubicada en el Parque Nacional Natural de Chingaza, en el municipio de Guasca; hace parte del sistema de lagunas que rodean la sabana de Bogotá. Esta laguna, recibe a los visitantes con la extraordinaria historia de los indígenas Muiscas. Las ofrendas en oro, ceremonias y rituales de los cuales ha sido testigo, generan una atmósfera mágica que se complementa con un paisaje virgen y una vista extraordinaria desde las alturas, en donde el visitante se conecta con la historia, la leyenda y la tierra.
Tiempo atrás, con el objetivo de encontrar los tesoros Muiscas que su fondo escondía, fue exhaustivamente explorada; búsqueda que dio como resultado una balsa de oro llamada La Balsa de Siecha, que se perdió en el momento en que el barco en donde era transportada hacia Europa se incendió.
Con un recorrido de 3.5 kilómetros de caminata, en el cual se va ganando altura con cada paso el avistamiento de flora y fauna de páramo, del cual Colombia cuenta con el 98% de las especies vegetales de este ecosistema existentes en el mundo, es un deleite para el visitante que tiene la posibilidad de experimentar un ecosistema donde entre lagunas, líquenes, musgo, frailejones, quebradas e increíbles formaciones geológicas en donde se dará cuenta el por qué este lugar fue considerado sagrado por la cultura Muisca.
Para disfrutar de su sorprendente paisaje, no es necesario pensar en la estadía, ya que es posible ir y regresar el mismo día, sin embargo, es posible pasar una noche acampando.
Al ser un clima de ecosistema de páramo, es importante tener en cuenta llevar ropa abrigada y cómoda, ya que debe estar dispuesto a emprender una caminata por un sendero natural. El clima es cambiante y durante el trayecto pueden presentarse tenues lluvias, que contribuyen a la creación de una atmósfera única, donde el riego es que te quieras quedar.