Una pandemia (económica) tras el rescate a Chipre

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(Aeronoticias).- Había una vez una pequeña isla con un millón de habitantes, un paraíso fiscal -un Edén para los rusos que evaden pagar tributos- y socio de la Unión Euripea. Todo estaba en una aparente calma, con el continuo desgaste las instituciones.

Y de súbito estuvo en líos. Como si llegase el ladrón.

Las inversiones bancarias en Chipre fueron un rotundo fracaso. Sobre todo cuando, movidas por la codiciosa oferta que atraían los bonos griegos, el país helénico «olvidara» su deuda a pagar con los acreedores, entre ellos los bancos chipriotas.  La pérdida fue un golpe que, sumado a otras crisis que afectan a países dedicados a servicios, socavó la confianza en Chipre.

Pero incluso así, no es esta nación europea quien sufrirá únicamente, aunque a primera vista no parezca. La posibilidad de un contagio a otros países se torna más oscura, sobre todo por lo visto, es real.

  1. Sin garantía que los depósitos sean intangibles, nadie confía en los bancos. Si sucede eso, se cae el sistema. Así de plano. No hay garantía de que no vuelva a suceder, o que les suceda a alguien más.
  2. Nadie quiere decir quién tomó la responsabilidad de castigar los depósitos menores a 100 mil euros, quien por tradición en todo el mundo jamás son tocados en casos de crisis bancarias. Entre el Banco Central Europeo, el recién electo presidente Nicos Anastiasadis y la Comisión del rescate de Chipre.
  3. Rusia tiene demasiados intereses en Chipre debido a evasores fiscales de «fabricación nacional». Con una suculenta colaboración, Rusia espera comprarse los ánimos chipriotas si el gobierno de Nicos delata a sus evasores.
  4. Incluso recaudando el dinero por las tasas bancarias, a Chipre todavía le quedan años de larga recuperación.
  5. La prima de riesgo en países como España se ha disparado. La prima es la diferencia entre lo que pagaría España (inestable) y Alemania (estable), y mientras más alta sea la prima, el riesgo de impago es mayor. Eso desencadena desconfianza y una estampida de fuga de capitales.

Con información del Huffington Post.

 

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