Lo interesante Nuevas noticias en torno a la desaparición de la aeronave de la empresa Aerodiana, es que Agentes del departamento de Secuestros de la Dirincri, señalaron que la avioneta Cessna de matrícula OB-1929, modelo Gran Caravan, secuestrada en pleno vuelo el jueves pasado, sólo está asegurada por siniestro y robo, mas no por secuestro, sin embargo todavía no hemos tenido acceso a la póliza de seguros para emitir una opinión, presumiendo contra lo que dice la DIRINCRI “extrañamente habría una cláusula contractual de secuestro inusual que obligaría a la compañía de seguros a pagar los 2 millones de dólares, 10 días después de la desaparición” lo que generalmente no se pacta, sin embargo expertos consultados nos manifestaron que el plazo se cuenta desde que termina el proceso administrativo y el que se expide una Resolución Directoral de la DGAC que declara desaparecida la aeronave y si esto se impugna y llega a un proceso contencioso administrativo el caso puede durar varios años hasta que el seguro pague el siniestro.
La aeronave, valorizada en dos millones de dólares, fue adquirida hace un año, y es una de las máquinas más modernas que hay en el país. Los autores de la audaz fechoría –seis hombres y una mujer– son delincuentes peruanos que tienen conexión con una organización internacional de narcotráfico que tiene su base de producción de clorhidrato de cocaína en el valle de los ríos Ene y Apurímac (VRAE), zona declarada en emergencia, bajo el control de las Fuerzas Armadas.
Complicidad
Así lo expresó al diario limeño EXPRESO una fuente de crédito de la PNP, quien señaló que es muy posible que los malhechores contaran con apoyo de cómplices en tierra que brindaran seguridad en la pista legal o clandestina, lugar donde aterrizó la aeronave para trasladar media tonelada de clorhidrato de cocaína. El aterrizaje se habría registrado en una localidad de la zona de emergencia que abarcan provincias de Ayacucho, Apurímac y Cusco. El piloto Francisco Gastón Curto Villacorta, amenazado de muerte por dos de los supuestos turistas, cumplió con las órdenes que recibía. Su copiloto Jorge Ríos Pérez nada pudo hacer ante el inesperado hecho.
Como ya lo adelantara Aeronoticias realizó una investigación en RENIEC y a las 9 de la mañana del día del secuestro, es decir una hora después de la desaparición de la aeronave verificó que los DNI y los nombres registrados por los piratas narcotraficantes del aire no coincidieron y en primicia que se difundió a nivel internacional, a las 9 de la mañana del día jueves 10 de junio, la información que los documentos de los secuestradores, eran falsos, hecho que fue corroborado, varios días después por la PNP quienes además, habrían indicado que los siete DNI falsos fueron hechos en una imprenta del jirón Azángaro, a pocas cuadras del Palacio de Justicia en Lima, donde los facinerosos dieron las identidades de personas honestas. Finalmente, personal de Secuestros de la Dirincri viajó de urgencia a Puno luego de recibir información de otros efectivos que se encuentran en Nasca realizando pesquisas. Se guarda absoluto hermetismo, dentro de un contexto en el cual existen varios cabos sueltos que no cuadran con este secuestro que parece ser la crónica de un robo anunciado, ya que extrañamente la dirección de seguridad de la DGAC se negó a publicar un dispositivo para que estas aeronaves tengan GPS Satelital y tampoco la empresa quiso implementar esta tecnología que permite controlar todas las aeronaves desde el aire y ahora quien asumió el riesgo en este caso los reaseguradores tendrán que pagar más de 2 millones de dólares previa investigación que está en marcha.
La pregunta que se hace el público, es por qué esta nueva empresa aérea que se ha venido promocionando que operaba con aviones de última generación y con la mejor tecnología no invirtió 6 mil dólares en un GPS satelital que se lo ofrecieron y con un costo de servicio de 80 dólares por mes que se paga por esta tecnología que en el caso de secuestro aéreo permite publicar inmediatamente la aeronave en forma similar en lo que ocurre con el GPS para automóviles que son bienes muebles que tienen un valor muy inferior a las aeronaves, pero que cuentan con esta tecnología porque sus propietarios hacen esa pequeña inversión.
En definitiva quien pierde con este accidente es la compañía de seguros y reaseguros, porque ellos tendrán que responder por el riesgo asegurado si es que no ha habido violación de los términos de la póliza.
