(Aeronoticias).-La Casa Blanca confirmó hoy la muerte de Abu Yahya al- Libi, denominado el número dos del grupo terrorista Al Qaeda luego de la muerte de su líder Osama Bin Laden, en un ataque con aviones no tripulados estadounidenses en Pakistán.
El vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, indicó en su rueda de prensa diaria que, según la información de la inteligencia estadounidense, Al-Libi «está muerto», sin embargo evitó entrar en detalles sobre las circunstancias en las que falleció el mencionado terrorista.
Según declaró antes a varios medios estadounidenses un alto funcionario que solicitó el anonimato, Al-Libi fue asesinado el lunes durante un ataque contra una vivienda en la zona de Mir Alí, en la zona tribal de Waziristán del Norte, (al noroeste de Pakistán) en el que murieron 15 militantes de la red terrorista y tres resultaron heridos.
El Pentágono rehusó hacer comentarios sobre la muerte de Al-Libi. El portavoz del Pentágono, el capitán John Kirby dijo que no hablarán sobre operaciones específicas de contraterrorismo
Cabe precisar que su muerte es el golpe más fuerte contra Al Qaeda desde que un equipo de las fuerzas especiales estadounidenses matara a Osama bin Laden en una operación realizada en Pakistán en mayo del pasado año.
En septiembre de 2011 el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones económicas contra a Al-Libi, ciudadano libio y considerado «líder y comandante» de Al Qaeda.
El Departamento del Tesoro acusó a Al-Libi, ciudadano libio, de tener responsabilidad en la supervisión de otros miembros de alto rango de Al Qaeda, y ser el «jefe de propaganda» de la red.
Al-Libi escapó en 2005 de la cárcel resguardada por Estados Unidos de Bagram, en Afganistán, donde estaba detenido tras ser capturado en 2002, según recuerda el New York Times, que recuerda además que ya fue dado por muerto falsamente en diciembre de 2009, tras otro ataque con aviones no tripulados al sur de Waziristán.
Los ataques de aviones no tripulados, más conocidos como «drones», son muy habituales en esa parte del país asiático y ayer una acción similar provocó la muerte de al menos cinco personas en la vecina Waziristán del Sur.
Según sus defensores, este tipo de ataques sirven para golpear con gran precisión objetivos insurgentes, pero varios activistas y sectores políticos en Pakistán los critican por provocar la muerte de civiles y violar la soberanía nacional.
