Esta curiosa información proviene de Londres, se trata del Hotel Christopher’s Inn que ofrece una habitación en la que sus visitantes son filmados las 24 horas, es el primero en el mundo en su tipo, y quien quiera puede seguir en vivo las 24 horas sin interrupción por la Internet los acontecimientos en la habitación para 14 personas, donde, según datos del albergue, duermen siempre por lo menos 10 personas, y observar, por ejemplo, a jóvenes turistas borrachos en sus intentos de subirse a las camas altas.
Para ello uno tiene que registrarse, gratuitamente, en la página de Internet www.stchristopherslive.com. «Empezamos con esto en verano porque pensamos que es bonito darles a los huéspedes la oportunidad de ver antes de su visita cómo son las cosas en nuestro albergue», afirmó el gerente del albergue, Gerome Lefebvre.
«Además, los clientes que vienen de Australia, Nueva Zelanda o Estados Unidos, que permanecen más tiempo lejos de casa, pueden mantener el contacto con sus familias. Muchas veces se compran un par de cervezas y brindan por sus seres queridos en alguna fiesta familiar en Sydney o Texas».
Para registrarse en la habitación, se requiere una edad mínima de 21 años. Los huéspedes firman además antes de ingresar que están de acuerdo con la videovigilancia las 24 horas. «Asimismo, tienen que asegurarnos que no van a hacer nada terriblemente indecente», agrega Lefebvre.
Un gran cartel colgado en la puerta de entrada a la habitación advierte sobre las cámaras, que registran cada paso y cada ronquido. También los visitantes que los clientes del hotel puedan traer tienen que ser informados sobre la videovigilancia, dice el cartel. «Hasta ahora no hubo ningún incidente, ningún delito ni nada por el estilo».
Aeronoticias considera que esta graciosa iniciativa se traduce más como una campaña de marketing que como una aplicación factible en un hotel, prueba de esto, es que entre los turistas, la habitación no tuvo demasiado éxito. «Por lo general es esa la última habitación que todavía tiene plazas libres. Y en los casos en los que la gente necesita una cama a toda costa, terminan durmiendo ahí», dice una empleada. «A ellos entonces les da absolutamente igual si están siendo filmados o no».
