“Los fabricantes de pisco hacen sus mayores esfuerzos por iniciar su exportación aprovechando los beneficios arancelarios que proporciona el Tratado de Libre Comercio (TLC) con China y que se ejecuta desde este año”, indicó a «Andina».
Dijo además que por el momento hay varios propietarios de bodegas independientes que sostienen conversaciones con importadores chinos, para concretar negocios en un futuro próximo.
“Ya se enviaron muestras de pisco a los compradores chinos y esperamos que la exportación se concrete antes de acabar este primer semestre.”
Indicó que el mercado de China es muy interesante, pues es el gigante de Asia, cuya población tiene un poder adquisitivo bastante destacable, y además se ha convertido en el segundo socio comercial de Perú.
Explicó que el pisco sería impulsado en el mercado chino por el reconocimiento internacional a la gastronomía peruana.
“Por lo pronto hay dos cadenas de restaurantes operando con mucho éxito en China, una pollería a la brasa y otra de comida criolla, que van a ayudar a que la población conozca el pisco.”
Sostuvo que la variedad que se exportaría sería el pisco quebranta, por su exquisitez, además de su neutralidad de olores y sabores.
“Aunque también tendrían mucho potencial los piscos moscatel, torontel e italia. Asimismo, hay que enseñar a los exportadores a ofrecer a sus clientes el pisco acholado, en el que se mezcla esta variedad y se obtienen otros sabores.”
Por otro lado, recalcó que Chile se ha convertido en el primer importador de pisco en los primeros meses de este año, lo que demuestra que ese país reconoce la calidad de la bebida de bandera de Perú.
Según cifras de la Asociación de Exportadores (Adex), en el primer mes del año Perú exportó más de 11,000 litros de pisco a un total de cinco países, totalizando envíos por 60,736 dólares.
Chile concentró el 67 por ciento del total, convirtiéndose en el primer comprador de pisco de Perú.
En esto no sólo influyó el boom de las franquicias peruanas ligadas a la gastronomía que se han instalado en Chile, sino que ese país, a la par de ser un gran productor de vinos y aguardientes a base de uva, también es un gran consumidor, indicó.
“El pisco tiene una alta demanda en Chile; el 80 por ciento de su consumo en ese país es por los propios ciudadanos chilenos. Ellos reconocen internamente la calidad de nuestro producto, pero no lo aceptan públicamente”, señaló Jaime Reátegui.