(Aeronoticias).- Estuvo a poco de alcanzar el cielo. El montañista peruano Richard Hidalgo estuvo cerca de alcanzar la cima del monte Everest, al escalar más de ocho mil metros de esa montaña y llegar sin oxígeno artificial hasta la denominada “zona de la muerte”.
“En la zona de la muerte todo es muy extraño. El aire contiene tan poco oxígeno que uno siente que el cuerpo comienza a consumirse a sí mismo para seguir avanzando. Cada pisada es como un parto. Hay que respirar como 15 veces para dar un solo paso y lo que ocurre con la cabeza es lo peor, porque es como si no te respondiese”, narró el escalador nacional en una nota de Andina.
Las inclemencias del clima extremadamente frío fueron los principales obstáculos para llegar a la cumbre, pues en la “zona de la muerte” el oxígeno es muy es escaso y los vientos superan los 200 kilómetros por hora.
Hidalgo estuvo durante dos noches en el segundo campamento del Everest, instalado a unos 7,750 metros sobre el nivel del mar, la mayor parte del tiempo a solas, con un clima extremo que hasta le impidió salir de su carpa para derretir hielo y hacer agua para beber.