No me cansaré de insistir en que gastar 125 mil millones de dólares en gastos militares convencionales, 25 mil millones adicionales en compras recientes de armas y 35 mil para nuevas compras es totalmente insensato, dijo el presidente García ante un auditorio donde parecía creer que sólo tenía al frente a los países vecinos de SurAmérica, a los que incluso ironizó por su bonitas reuniones de Unasur (a las que no asiste), en las que se fijan grandes acuerdos, pero se sigue comprando armamento.
Por otra parte, muchos se preguntaron si la referencia al gasto militar convencional, equivalía a una nueva doctrina de desarme general de nuestro gobernante, y si tal declaración tenía algún sentido a la vista del actual desequilibrio (no equilibrio) que existe en varias regiones del continente. García volvió insistentemente sobre la idea de que era consciente de que araba en el mar, pero que seguiría con su prédica. En los días previos a la Asamblea, los grupos preparatorios discutieron una propuesta del Perú para emitir una declaración en la línea que promueve García, y la iniciativa fue desechada, de ahí tal vez que el presidente peruano escogiese la tribuna inaugural para poner el tono dramático a su propuesta.
En otro pasaje de su discurso, García reconoció por primera vez que se recuerde los efectos del cambio climático sobre el Perú, pero no indicó ninguna estrategia para enfrentar sus consecuencias, al igual que en referencia a la crisis económica internacional. Lo único que mencionó es que había que captar nuevos recursos de inversión y ahorrar en armamento.
Aeronoticias consultó la opinión del especialista en Derecho Internacional Julian Palacín Fernández, en relación a este discurso, quien expresó que la posición del Perú es histórica ya que se está intentando escribir las páginas de la paz y no las de la guerra y como dice el presidente Alan García, con los recursos militares podemos impulsar esa educación que necesitamos para que las futuras generaciones tengan un nivel de vida digno, propuso crear un foro mundial permanente de intelectuales académicos y políticos contra el armamentismo para que allí convergan las ideas que puedan convencer a los estamentos de los Estados armamentistas, que en la región Sudamericana están bien identificados y que no importa que millones de sus habitantes sufran hambre, ellos siguen gastando en armas para guerras o conflictos inexistentes y eso es perverso, opinó Julian Palacín Fernández, respaldando y apoyando el pensamiento y el discurso del presidente peruano, que es y debe ser una política de Estado de todos los presidentes de este país llamado Perú que es un país de paz, integración y de hermandad entre los pueblos y eso es lo que expresó el presidente García y lo que debemos proyectar todos a nivel internacional.