Actualmente Bolivia no cuenta con ningún aviador entrenado para tripular con seguridad a esta aeronave que costó al fisco de este país cerca de 39 millones de dólares y que se encuentra aparcado en la Base Aérea de El Alto desde hace 18 días cuando aterrizó bajo el comando de un piloto norteamericano.
Se rumorea en círculos de la aviación boliviana que probablemente sea un piloto venezolano el que se haga cargo del costoso jet para luego instruir a sus colegas bolivianos hasta que estos puedan hacerlo por su cuenta y riesgo.
Se trata de un Falcón 900EX, construido por la Dassault que funciona con tres motores, 6 ruedas, un empuje de 5 mil libras y un techo de hasta 51 mil pies, una velocidad de crucero de mil cien kilómetros por hora en el nivel del mar, combustible de mil 020 kilogramos y con una capacidad de 14 a 19 pasajeros.
El seguro que ampara a esta aeronave exige que lo maneje un piloto experto, por algo la cobertura es nada menos que 250 mil dólares .Para Evo Morales se trata de un instrumento de trabajo y de ninguna manera un lujo presidencial, pero mientras tanto se encuentra un piloto capaz de tripularlo, se tiene que resignar a seguir volando en un obsoleto avión comprado hace 34 años.
