(Aeronoticias).- Un refrán muy popular dice que los chanchos no vuelan, pero nunca se ha referido a que un burro sí pueda hacerlo. Esto es precisamente lo que consiguió un grupo de empresarios rusos para llamar la atención del público en su afán de promocionar determinada zona turística de su país.
En efecto, asombrados moscovitas vieron, sin poder creer lo que miraban, a un asno, cual mitológico Pegaso con alas, remontarse por los aires gracias a un arnés especialmente armado que lo remontó hasta cierta altura, asido al parapente. El pobre burro, sometido a ese tormento, no dejaba de mirar hacia abajo mientras sus largas orejas se veían como erizadas. Al final logró posarse en tierra con la torpeza de un bisoño paracaidista.
Pero el insólito episodio no terminó allí. Ahora los empresarios turísticos que protagonizaron esta “hazaña” enfrentan un juicio ante la justicia, acusados de crueldad por lo cual tendrán que pagar una fuerte multa, además de poder ir a prisión.