El presidente de la República, afirmó que el Perú, no recibe presiones, ni órdenes de fuera, reafirmando el principio, que ejercemos de soberanía, que es el poder jurídico, que tiene el Estado, para hacer valer dentro del ámbito de sus competencias, nuestro poder, las decisiones de nuestras autoridades, del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Estas opiniones del Primer Mandatario, fueron en respuesta de la solicitud chilena de defenestrar al General de División, Edwin Donayre, Comandante General del Ejercito Peruano, por unas infelices declaraciones, dadas fuera de contexto en el ámbito privado y sin ninguna intencionalidad dolosa, sin embargo, el manejo comunicacional, del país del sur, le dio una connotación, que originó, inclusive, que autoridades de Chile, violando el Derecho Internacional, se inmiscuyan en asuntos internos, lo cual mereció el enérgico rechazo del Primer Mandatario.
El Perú, sintió en las palabras de Alan García, el consenso frente a tamaño exabrupto del Canciller Chileno, Foxley que fue descalificado, por el Senador Oficialista Chileno Juan Pablo Letelier, quien descalificó las palabras de Foxley, expresando que “es inoportuno en diplomacia que un Gobierno, le diga a otro lo que debe hacer”.
Sin embargo, en el Perú, existe preocupación por la ingerencia de Chile, en diversos asuntos internos, vinculado esto a la conveniencia de los intereses económicos de este país.