(Aeronoticias) La aeronave de servicio de transporte aéreo de la línea aérea tailandesa Thai Airways procedente de Bangkok aterrizó el martes en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles debido a un mensaje con una amenaza de bomba en la aeronave, dijeron responsables del FBI.
La vocera del FBI, Laura Eimiller, informó que las autoridades de la Terminal fueron notificados a las 19:15 horas del martes (00:15 del miércoles, hora peruana) de la supuesta amenaza en el vuelo 794.
La amenaza, escrita en un inglés deficiente, fue encontrada en el espejo de un baño de la aeronave, dijeron las autoridades norteamericanas.
La aeronave aterrizó sin contratiempos después de las 20:00 horas (01:00 hora peruana) y fue llevado a una zona remota del aeropuerto, donde los pasajeros y tripulantes abandonaron el avión. Eimiller dijo que el equipaje en el avión será examinado, mientras los pasajeros y la tripulación serán interrogados por policías.
El presidente de la línea aérea Tailandesa Thai Airways, Piyasvasti Amranand, expresó que el mensaje advertía que había una bomba en la aeronave. “Esto debe haber causado alguna molestia a los pasajeros”, consideró en declaraciones telefónicas desde Singapur. “Parece que esto fue hecho por un loco”.
A bordo de esta aeronave había a bordo unas 200 personas, entre pasajeros y tripulantes.
El Departamento de Bomberos de Los Ángeles, EEUU dijo que 18 vehículos de la institución fueron puestos a disposición cuando el avión aterrizó.
Al respecto el Presidente de la Comisión Interamericana de Juristas expertos en Derecho Aéreo Espacial (CIJEDAE), Julián Palacin Fernández expresó que las autoridades de aeronáutica civil de Tailandia deberían de tener en cuenta, la aplicación estricta del anexo 17 sobre seguridad, al convenio de Chicago, cuyo origen se remonta a la sesión extraordinaria de la OACI, de junio de 1970, la seguridad de la aviación civil internacional dijo el especialista, exige que cada Estado, prepare planes y procedimientos y efectúe arreglos adecuados para que proporcionen conjuntamente un nivel mínimo de seguridad, para las condiciones normales de operación y que puedan ampliarse rápidamente en el caso que aumenten las amenazas contra la seguridad.