El director de cine holandés Dick Maas presenta en su película a un San Nicolás muy diferente y, en lugar de bondadoso, es un asesino de niños, a los que decapita sin escrúpulos las noches en que el 5 de diciembre cae en luna llena.
Si bien la película ha generado cierta polémica debido a lo descabellado del personaje, la mayor controversia la ha desencadenado el cartel anunciando el film ya que, al contrario que la producción es para mayores de 16 años, los niños pueden verlo en las calles.
Para el director, Maas, la controversia es «exagerada», ya que varios carteles de otras películas de terror son mucho más tenebrosos que el de su producción. Además, el director insta a los padres a que expliquen a sus hijos que se trata de un «primo» de San Nicolás, o que utilicen la fantasía a la hora de dar una respuesta a las preguntas de los menores.