El margen de beneficio que obtiene una aerolínea por pasajero descenderá un 3% (un 5,3% si se tienen en cuenta los efectos de la inflación). Además, el tráfico de pasajeros perderá un 3%, pese al crecimiento del 2% de 2008. El tráfico de carga continuará el descenso que inició en 2008. Sin embargo, el año que viene la caída será más acuciante. En 2009, se realizará un 5% menos de este tipo de operaciones. El año pasado cayeron un 1,5%. En cuanto al precio del petróleo, éste será el único desahogo de las aerolíneas el año que viene.
La IATA prevé un coste del barril del Brent, de referencia en Europa, de US$ 60 dólares, lo que se traduce en una factura por keroseno para el sector de US$142.000 millones de dólares, es decir, US$32.000 millones menos que este año, cuando el barril Brent llegó a valer US$100 dólares. Es la primera vez que el sector aéreo registra caídas en sus ingresos y en el tráfico de pasajeros y mercancías en los últimos siete años. La última vez fue en 2001, tras los atentados del 11-S en Estados Unidos.