(Aeronoticias).- Concluida la Feria del Señor de los Milagros 2010, presentamos lo que a nuestro juicio ha sido el balance de ésta. Hemos titulado de la manera expresada esta crónica, pues debemos referirnos a la cuestionable decisión de quienes tienen en sus manos la votación de los trofeos de nuestra tradicional Feria. En efecto, el jurado designado por la Municipalidad del Rímac ha declarado desiertos los escapularios de oro y de plata. ¿Las razones?, ¿La justificación? Son preguntas que parecen no tener respuesta. Ante esta preocupante situación, lo primero que tenemos que pensar es en replantear el hecho de que dicho jurado tenga que ser nombrado por el municipio rimense, pues ya bastante tenemos con el hecho de que la autoridad municipal tenga a su cargo la designación de la Presidencia de las corridas, con los resultados que ya todos conocemos…
Que no se diga que la estocada ejecutada por El Juli a su primer ejemplar lo privó del Escapulario de Oro, pues ello sólo sirve para intentar respaldar la absurda decisión del juez de no conceder la segunda oreja mayoritariamente solicitada por el público, ese mismo juez que no tuvo ningún reparo en otorgar dadivosamente una oreja a Cayetano, quien, por cierto, había pinchado en peor sitio y cuya estocada final también cayó algo desprendida. Y que no se nos diga tampoco que ese primer toro de El Juli no mereció el Escapulario de Plata por su falta de trapío, porque, en todo caso, lo lógico es que dicho animal no debiera haber pisado el ruedo, lo que demostraría otra actitud contradictoria del juez de plaza y esta vez también de su equipo de veterinarios.
En fin, pasemos a otros temas…Lo primero que debemos resumir, son los carteles de la Feria. Este ha sido el último año de la gestión de la empresa Taurolima y, en honor a la verdad, debemos reconocer que ésta ha cumplido con la afición, presentando carteles que cada año fueron mejorando y que, en el caso específico del 2010, ofrecieron una programación que no se presenta comúnmente en otras plazas, incluyendo las españolas.
Entre los novilleros actuantes tenemos que destacar nítidamente a Diego Silveti. El mexicano ha gustado en Acho y pensamos que es un torero con una muy buena proyección. En nuestra plaza ha refrendado su buena campaña española. También triunfó en Quito, por lo que no descartamos que dentro de algún tiempo lo tengamos como matador de toros. El otro extranjero -el francés Thomas Duffau-, se mostró como un novillero con sitio pero algo frío. En cuanto al peruano Emilio Barrantes -sustituto de Milagros Sánchez-, creemos que está aun falto de rodaje, pero aún así mostró buenas maneras y será cuestión de esperarlo.
De los matadores, El Juli a nuestro juicio debió ser declarado como el indiscutible ganador del Escapulario de Oro, habiendo demostrado el por qué de su gran temporada española, lo que le ha valido para ser considerado por muchos como el número uno del toreo actual. Su faena realizada a su primer toro de la última corrida de abono ha quedado registrada en la memoria de los buenos aficionados y será difícilmente olvidada. Esperamos desde ya que vuelva el próximo año.
Enrique Ponce tuvo dos actuaciones en las que demostró una vez más su gran maestría y su vergüenza torera. Es admirable que un torero de su trayectoria salga a dar lo máximo de su arte y entrega en cada actuación. Pensamos que desde hace ya algunos años Ponce y El Juli son las dos máximas figuras del toreo a nivel mundial.
Miguel Ángel Perera –presente en la Feria también con dos actuaciones-, demostró el por qué se le considera como uno de los toreros más importantes del escalafón actual, habiendo superado ampliamente las condiciones de todos sus enemigos y evidenciando una evolución en su toreo. Realizó dos buenas faenas y no pudo cosechar mejores resultados debido a las deficientes condiciones de sus toros y a una estocada muy baja en su primera actuación.
Juan Carlos Cubas volvió a consolidarse una vez más como el mejor torero peruano del momento. Se muestra muy cuajado, pisando firmemente en el ruedo y pudiéndole a los toros. Realizó dos faenas distintas; una de corte más artístico y otra de gran valentía a un toro muy difícil y con mucho peligro, el cual le pegó una cornada debido a la gran exposición del matador huancaíno. Creemos que está en condiciones de dar batalla en cualquier ruedo del mundo si tuviera mayores oportunidades de actuar fuera del país.
El Fandi no tuvo mucha suerte con su lote en la penúltima de Feria e incluso resultó herido en su segundo toro. Se le notan progresos como muletero pero en los tercios de banderillas que protagonizó no estuvo con la brillantez de otras oportunidades.
Morante de la Puebla fue otro de los toreros que poco pudo hacer con los toros de La Ahumada, aunque ello no impidió que el sevillano mostrara detalles de su gran clase y sensibilidad. Es uno de aquellos toreros que con sólo algunos destellos de su arte justifican su presencia en una plaza de toros y por ello siempre será un torero esperado por una afición tan sensible como la de Acho.
Sebastián Castella tampoco tuvo mayor suerte con dos ejemplares de poca trasmisión en la última corrida. Pese a ello, el francés supo sacarles algo de provecho, sobre todo a su primer enemigo al que pasaportó de una gran estocada que le valió cortar una oreja. Sin embargo, creemos que el de Beziers deberá mostrar en lo sucesivo algo más de variedad en su trasteo, porque se ha convertido desde hace algunos años en un torero predecible que suele instrumentar faenas muy similares unas de otras.
Cayetano vino a Lima rodeado de una gran expectativa por ser un torero mediático y por llevar en la sangre genes toreros provenientes de diversos apellidos históricos en el mundo del toro como Rivera, Ordoñez y Dominguín. A nuestro juicio, Cayetano es un torero fundamentalmente efectista pero que ante astados con complicaciones desnuda algunas deficiencias técnicas y de actitud, como ocurrió en la última corrida.
Juan Bautista pasó con mucho decoro por la Feria. Es un buen torero el francés, de corte clásico aunque algo frío. Se puede decir que no desentonó en su presentación como matador de toros en Acho y que se le podría tener perfectamente en cuenta para futuras temporadas.
Finalmente, nuestro compatriota Alfonso de Lima mostró algunos progresos respecto de años anteriores. Su juventud nos permite todavía poder esperar más de él en los próximos años, considerando además que junto con Cubas y Roca Rey es uno de los más importantes representantes de la coletería nacional en la actualidad.
En cuanto a los toros, debemos decir que el ganado colombiano fracasó este año. Las dos corridas de La Ahumada resultaron mansas, sin clase, con muchos toros huyendo de los picadores y hubo hasta tres ejemplares que se lesionaron partiéndose las pezuñas, lo cual debería merecer alguna explicación por parte de los ganaderos. La debutante San Esteban de Ovejas tuvo algún ejemplar más rescatable pero tampoco estuvo a la altura de una plaza de la categoría de la de Acho. La corrida de Roberto Puga resultó la mejor de la Feria sin que fueran toros extraordinarios. El primero de El Juli fue muy bueno y mereció, a nuestro parecer, el premio del escapulario de plata.
Finalmente, no podemos dejar de resaltar la impecable actuación durante la Feria del subalterno nacional Dennis Castillo, quien tal y como ha venido ocurriendo en los últimos años, se lució con el capote y con las banderillas y estuvo permanentemente atento al desarrollo de la lidia, denotando su gran profesionalismo.