Lo interesante es que la ministra de Turismo habla … bla, bla, bla … pero todos sabemos quién, cuándo, cómo y donde tienen los resortes del poder para que aquí no cambie nada y el equipo del ex viceministro Carlos Puga Pomareda siga gobernando la DGAC con el visto bueno y la complacencia del grupo de poder multinacional de aviación que domina el espacio aéreo peruano.
Algún despistado político se ha puesto a pensar, porque una empresa de aviación tiene más de 10 aviones parados en el aeródromo de Ica y no recibe ninguna ayuda del Estado para acelerar los trámites burocráticos y continuar con el servicio público, por ejemplo, Lima Ica Lima, es que el MTC es un feudo de los grupos de poder y el director General de Aeronáutica Civil como no sabe nada, son sus subalternos y los que los manejan a ellos quienes mantienen este sistema que afecta la economía peruana el servicio público, la creación de puestos de trabajo y las medidas contra la crisis.
Un jurista de la época, en 1991, Julián Palacin Fernández publicó en tres tomos el libro “Curso de Post Grado en Derecho Aéreo y Espacial” editado por la Comisión Interamericana de Juristas Expertos en Derecho Aéreo y Espacial, CIJEDAE y podemos leer en el capítulo XV sobre Contrato de Utilización de Aeronaves que “existe un viejo axioma del derecho marítimo que los sajones trasladan expresivamente con una sentencia “ships are built to plough the sea and not to lie by the walls” es decir que los buques se consideran hechos para surcar en el mar y no para arrumbar contra los murallones. La doctrina que contiene dicho precepto dice el Dr. Palacin resulta perfectamente aplicable al Derecho Aéreo y podemos traducirla en que las aeronaves están hechas para surcar en los cielos y no para reposar en sus hangares.
Evidentemente los funcionarios de la DGAC nunca han leído esta doctrina y en los últimos años el Perú ha perdido millones de dólares porque malos funcionarios públicos digitados por oscuros intereses han permitido que aeronaves civiles de matrícula peruana con certificado de aeronavegabilidad vigente por suterfugios administrativos permanezcan en tierra perjudicando, no solo al servicio público, sino a los turistas extranjeros y a millones de personas que necesitan del transporte aéreo para trasladarse de un punto a otro del territorio de la República.
Mientras tanto Enrique Cornejo ministro de Transportes y Comunicaciones del Perú no encuentra la brújula, no hace cambios, siguen los mismos malos funcionarios que ingresaron en el anterior gobierno y el sistema o mejor dicho el antisistema heredado de la anterior gestión se mantiene en vigencia en un país en donde los empresarios cada vez creen menos en arriesgar sus capitales en una aviación civil castigada en unos casos por la ineptitud política y en otros por los intereses económicos de quienes ejercen a través de lobbies, virtual soberanía económica en el espacio aéreo peruano.